Hace unos días leíamos en la carta de este mismo medio ¿Competición? que una parte de la población navarra no iba a poder hacer uso de las escuelas infantiles (0-3 años) porque el Departamento de Educación no garantiza una plaza en este servicio público y que la etapa de Educación Infantil (0-3) sigue siendo una olvidada, con el petacho de la gratuidad incluido. Totalmente de acuerdo, y cuando un proceso de admisión no es de calidad, lo sentimos; no podemos quedarnos de brazos cruzados.

El martes 28 de mayo conoceremos qué cantidad de menores se queda fuera de la escuela infantil pública y entonces volverá a salir a la luz la famosa prueba piloto de las aulas de 2 años. ¿Sabéis de qué hablamos? Sencillo: si no hay plazas suficientes, en lugar de construir nuevos centros y ampliar aulas de calidad en las escuelas infantiles (no un local cualquiera cedido por el ayuntamiento para salir del paso), sacamos a las y los txikis de 2 años para llevarlos a los colegios. ¿A centros con alumnado de etapa Infantil y Primaria, algunos incluso con Secundaria? Sí. ¿A lugares sin adecuar de manera específica ni ajustarse al nivel de desarrollo de esta edad temprana? También.“¡Pero oye! Así habrá plazas libres en las escuelas infantiles, que es lo que queréis” pensará alguno desde su sillón. Un nuevo petacho como solución a este problema educativo y social. Y cuando un servicio público no es de calidad, lo sentimos; no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Supongamos, además, que afortunadamente tu txiki supera el proceso de selección y entra a una escuela infantil. ¿Sabes a cuántos menores va a atender al mismo tiempo su educadora? Piensa por un momento lo estresante que resulta tener a tu cargo 1, 2 ó 3 menores. ¿Te imaginas lo que será atender a 8, 12 ó 16? Nos genera estrés y agobio solo imaginarlo ¿verdad? “Si se dedican a ello”, pensará alguno desde su sillón. Sí, pero son personas; tanto las educadoras (que no llegan a todo) como los y las txikis (que presentan necesidades evolutivas que deben ser atendidas con especial cariño y dedicación). Y cuando las ratios de menores por aula son tan injustas, lo sentimos; no podemos quedarnos de brazos cruzados.

El personal de las escuelas infantiles llevó a cabo una huelga de 60 días convocada por la Plataforma 0-3 para reivindicar el cumplimiento de los acuerdos del Pacto por el primer ciclo de la etapa de educación infantil (firmado en septiembre de 2022) donde se exigía la construcción de escuelas infantiles necesarias para garantizar plazas públicas y gratuitas a toda la población; mejora de las ratios; actualización anual de salarios equivalentes a la administración; equiparación de calendarios laborales y jornadas anuales entre escuelas infantiles y, por supuesto, un modelo de gestión común, universal y gratuito. En definitiva, que el ciclo de Educación Infantil cobre, por fin, el carácter educativo que las vigentes leyes de Educación le otorgan.

El personal de las escuelas infantiles no se quedó de brazos cruzados. Porque cuando la atención a la primera infancia se está castigando de esta manera tan injusta y despreciada; no podemos, a diferencia de los grupos políticos, quedarnos de brazos cruzados.

En representación de un grupo de familiares con menores de edad 0-3