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Sobre el fuerte San Cristóbal

Sobre el fuerte San CristóbalRedacción DNN

Hemos leído con atención un artículo reciente sobre el fuerte San Cristóbal y quisiéramos hacer dos observaciones sobre algo que se viene repitiendo insistentemente tanto por personas lectoras como por periodistas de NOTICIAS DE NAVARRA al referirse al fuerte San Cristóbal.

La primera es aclarar el hecho del nombre. El ministerio de Defensa es quien puso al fuerte el nombre de Alfonso XII cuando se construyó. Ese nombre se mantuvo hasta que el gobierno de la II República lo sustituye por el nombre de San Cristóbal en 1931. No sabemos que nadie posteriormente, ni en la dictadura, ni en la transición, ni actuamente haya cambiado ese nombre por ningún otro, por más que en la fachada haya aparecido de nuevo el nombre de Alfonso XII.

En el año 1934 se utiliza por primera vez como cárcel esta “Prisión Central de Pamplona” con el nombre de San Cristóbal. Esta cárcel se cierra en 1945 (seis años después de acabar la guerra) y se sigue llamando Prisión de San Cristóbal, Prisión Fortaleza de San Cristóbal y Hospital Penitenciario de San Cristóbal, respetando el nombre oficial puesto por la República.

Todas las referencias en los miles de documentos que poseemos referidos a ella tienen ese único nombre de San Cristóbal, tanto en la documentación oficial como en la prensa y en las cartas privadas de todos los presos que por ella pasaron. Es por ello que a nuestro entender, cuando eliminamos ese nombre sustituyéndolo por otro que no existe, estamos haciendo un borrado tanto de la República como de toda la represión que tiene ese nombre de San Cristóbal como única referencia. Un borrado, en definitiva, de la memoria del fuerte. Conocemos bien ese dicho tan cierto de que “lo que no se nombra no existe”.

La segunda observación es referida a la fuga del fuerte como única referencia de la historia de este lugar. Se entiende que ese hecho histórico es muy destacable y tiene una importante referencia simbólica. Fue así también para las gentes de Txinparta que participamos en el primer homenaje a los presos en 1988 y años siguientes. Hoy, después de 36 años repitiendo esos homenajes hemos ampliado mucho nuestro campo de vista y nuestra percepción del fuerte. Porque ahora tenemos claras muchas otras referenciasa a lo sucedido entre esas paredes y también fuera de ellas.

Hoy hemos recuperado más de 1.300 nombres de presos que no estaban en el registro o que se perdieron posteriormente. Y sabemos que nos faltan unos mil más por recuperar, cosa que vamos haciendo semana a semana. Pero tenemos ya la certeza de que pasaron por allí al menos 7.350 presos, de ellos 1086 antes del golpe del 18 de julio de 1936 y todos los demás después. También sabemos que 21 de esos primeros presos que llegaron al fuerte fueron asesinados después del golpe y enterrados en los cementerios de Berriozar y Artica; presos anarquistas en su mayor parte, a quienes no se concedió la amnistía de febrero de 1936.

Sabemos también los nombres de más de 100 presos que fueron asesinados en su falsa “puesta en libertad” a manos de los matones de sus pueblos o de grupos paramilitares de falangistas y requetés.

Conocemos el nombre y apellidos de los 203 muertos por hambre, frío, enfermedades no tratadas como era menester, malos tratos... que fueron enterrados en los doce cementerios de la Cendea de Ansoáin y a los que en 2009 y 2010 reconocimos con placas colocadas en cada uno de los cementerios.

Conocemos, efectivamente, el nombre de los 206 asesinados en la fuga del fuerte de 1938 y el de los 14 condenados a muerte y fusilados el 8 de agosto en la Vuelta del Castillo y el de los tres que llegaron a Francia en dicha fuga.

También conocemos el nombre de los 131 últimos presos muertos por no recibir la asistencia debida en hospitales y enterrados en el llamado “cementerio de las botellas”, 46 de los cuales han sido ya exhumados.

Si vamos sumando datos, estamos hablando de al menos 650 muertos en el fuerte. Es por esto que la fuga, siendo muy importante, no puede ocultar al resto de los presos, sean o no fallecidos, asesinados o duramente represaliados entre 1934 y 1945. De ahí el hecho de que cada año, en los homenajes, vayamos haciendo mención especial a esas diversas circunstancias y situaciones de represión sufridas. Este año el homenaje, al que hacéis referencia con la foto utilizada, estaba enfocado a los represaliados antes del golpe militar, por más que haya quien quiera fijar la foto solamente en la desgraciada fuga del 38.

Gracias por atender esta explicación y os animamos a que, como medio importante de esta comunidad, abráis también vuestro abanico sobre lo que supuso la represión en el fuerte de San Cristóbal para los 7.350 presos y para sus familiares.

El autor es presidente de Txinparta-Fuerte San Cristóbal, Red de Memoria Colectiva