En 1996, el 8 de septiembre fue designado Día Mundial de la Fisioterapia, por ser esta la fecha en la que en 1951 se fundó la World Physiotherapy, registrada como confederación mundial de terapia física.

El día marca la unidad y solidaridad de la comunidad mundial de fisioterapia. Se trata de una oportunidad para reconocer el trabajo que los fisioterapeutas realizan por sus pacientes y la comunidad. Utilizando el Día Mundial de la Fisioterapia como enfoque, World Physiotherapy tiene como objetivo apoyar a las organizaciones miembros en sus esfuerzos por promover la profesión y mejorar su experiencia.

En el Hospital San Juan de Dios de Pamplona-Tudela actualmente la plantilla de fisioterapeutas está compuesta por 18 profesionales que durante el año pasado llevaron a cabo en torno a 50.000 sesiones de fisioterapia, tanto en el área de hospitalización como en la ambulatoria.

El mayor porcentaje de pacientes que atendemos en el área de hospitalización y, en menor medida, en la parte ambulatoria, son personas que están viviendo un proceso de fragilidad; entendiendo la fragilidad como un estado dinámico y transicional entre la robustez y la dependencia, que puede ser física, psicosocial o una combinación de ambas.

La fragilidad es una condición que afecta al 15% de las personas mayores de 65 años, lo que constituye una preocupación significativa para nuestra sociedad. Las personas frágiles presentan un mayor riesgo de caídas, deterioro funcional, discapacidad y otras consecuencias negativas para su salud y bienestar.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población de personas mayores aumentará considerablemente en las próximas décadas. Se calcula que, en 2050, el número de personas mayores de 60 años superará los 2.000 millones en todo el mundo. Esta tendencia demográfica pone de manifiesto la importancia de enfocarse en un envejecimiento saludable y en la preservación de la funcionalidad de esta población.

Así, el objetivo principal de los tratamientos de fisioterapia reside en conseguir la mayor autonomía posible en cada paciente, dentro de sus capacidades, adaptándose a su nueva situación. El motivo de hospitalización de nuestros pacientes puede ser un evento neurológico (ictus, traumatismos craneoencefálicos, polineuropatías…), politraumatismos o fracturas (caderas principalmente), procesos de inmovilidad causadas por la hospitalización o por la pluripatología o pacientes en fase paliativa.

Son personas que permanecen ingresadas en el hospital una media aproximada de un mes, en algunos casos un tiempo superior. Ante estas situaciones, cabe destacar la manera en que la fisioterapia les ayuda a recuperarse de sus dolencias o a sobrellevarlas mucho mejor y a volver a casa con la máxima autonomía y calidad de vida.

Además, conforme el paciente va viviendo este proceso de adaptación a su nueva situación o de aproximación al nivel funcional previo a su hospitalización, generalmente experimenta una mejora en su estado psicológico.

Las principales técnicas de tratamiento que empleamos para disminuir las consecuencias de la fragilidad son el ejercicio terapéutico para frenar la sarcopenia (disminución de la masa, fuerza y función muscular) y sus consecuencias, el trabajo de equilibrio para prevención de caídas, la fisioterapia respiratoria y la terapia manual para la recuperación del movimiento, el alivio del dolor articular y muscular, así como para la mejora inmediata de la funcionalidad del paciente.

Cabe destacar la importancia de generalizar los ejercicios o los avances que se han producido durante las sesiones. Por ello se insiste en la necesidad de reproducir los ejercicios aprendidos o de reforzar la deambulación en aquellos pacientes que requieran una reeducación de la misma. Con ello se pretende crear una mayor adherencia al tratamiento, dado que son capaces de observar cómo, paulatinamente, pueden realizar ejercicios más complejos o unos trayectos de marcha más prolongados, ganando en autonomía.

En conclusión, podemos definir el carácter del Hospital San Juan de Dios como el de un centro que tiene en la rehabilitación uno de sus ejes principales, ya que cualquier paciente que ingresa en nuestro hospital puede beneficiarse de ser tratado por un profesional del servicio de rehabilitación, siempre que, a criterio médico, presente estabilidad clínica y exista un objetivo definido para la intervención. Y los fisioterapeutas lo hacemos a través del trabajo multidisciplinar con los diferentes profesionales implicados en el proceso de recuperación del paciente, que, junto a nosotros, serían el médico rehabilitador, terapeutas ocupacionales, logopedas y neuropsicólogo, entre otros profesionales asistenciales.

*El autor es fisioterapeuta responsable del Servicio de Rehabilitación del Hospital San Juan de Dios Pamplona-Tudela