El sur de Europa se ha convertido en el motor de crecimiento de la eurozona. Pocos habrían apostado en 2020, en plena pandemia del covid y con medio mundo encerrado en casa, a que los países con una mayor dependencia del turismo y de las actividades relacionadas con el contacto social iban a ser los que liderasen el crecimiento pocos años después. Los países del sur de Europa fueron el epicentro de la crisis de deuda que estuvo a punto de hacer descarrilar el euro entre 2011 y 2013. Por entonces, España, Portugal, Grecia e Italia (también Irlanda) eran unas economías que se encontraban en plena recesión, muy poco competitivas, con grandes déficits por cuenta corriente y elevado endeudamiento privado. Con este currículum, dichos países recibieron el apelativo extraoficial de PIGS (cerdos en inglés). Hoy la situación es un tanto diferente.
La economía de España avanza a paso firme este 2024 y se corona como la más pujante, según el semanario británico The Economist, que ha situado a España en lo más alto del podio en su clasificación de las 37 economías de la OCDE, tras analizar el desempeño en el último año. La publicación también ha puesto en relieve el resurgimiento de Portugal, Italia, Irlanda y Grecia, países que han padecido algunos de los efectos más fuertes de las crisis económicas en los últimos años, pero han sabido levantar cabeza. Tras comparar los resultados del tercer trimestre de este año con el último del 2023, The Economist ha concluido que estos países, desde hace mucho “menospreciados por sus vecinos del norte”, disfrutan ahora de su “resurgimiento económico”. España encabeza la lista de este año seguida por Irlanda y Dinamarca. Grecia e Italia también se han fortalecido y cierran los cinco primeros puestos. El semanario destaca que en España el crecimiento anual del PIB va camino de superar el 3%, impulsado por un mercado laboral fuerte y altos niveles de inmigración.
España sufrió la peor recesión de la zona euro, sin embargo, en la actualidad, su economía ha presentado una recuperación mayor que las grandes economías de la eurozona, y a partir de 2022 España protagoniza uno de los mini-ciclos de crecimiento más intensos en el mundo desarrollado, tal y como revela la agencia S&P Global en su informe de previsiones para 2025. Un crecimiento de la población más intenso, la fuerte creación de empleo, el boom del turismo y un sector productivo más intenso han generado esta nueva situación en la que España aparece por delante de EEUU, Francia o Alemania. Según esta agencia de calificación, el PIB de España acumula un crecimiento de casi 12 puntos desde 2022 hasta 2024, superando con creces al del resto de grandes economías desarrolladas, mientras que la de EEUU, en segundo lugar del ranking, ha crecido unos 8 puntos acumulados. La clave que explica el liderazgo de España en crecimiento de PIB se debe al mayor margen del mercado laboral para generar empleo, puesto que el país salió de la pandemia con una tasa de paro del 16,1%, una gran cantidad de mano de obra ociosa que se ha ido absorbiendo y a la que se ha sumado la llegada de mano de obra extranjera.
No cabe duda de que la economía española está viviendo un momento dulce, al menos en lo que a indicadores macro se refiere. La agencia de rating Fitch ha publicado un informe en el que se destacan todos los puntos positivos que están llevando a la economía española a superar en crecimiento a la mayor parte de los países europeos. Nuestra economía está creciendo con fuerza, generando grandes cantidades de empleo, mientras que la inflación está bajo control, la deuda pública se reduce poco a poco, se mantiene la competitividad del sector productivo, el superávit por cuenta corriente y las exportaciones crecen más rápido que las de Alemania Italia o Francia. En términos de PIB, España ya exporta más que Francia o Italia.
La economía española ha cambiado: el sector de la construcción e inmobiliario tiene un peso menor, la economía es acreedora neta y son las exportaciones, la inversión y el consumo público los motores que tiran del PIB, lo que está permitiendo que el crecimiento de la economía sea más equilibrado y sostenido en el tiempo. La agencia de calificación Fitch Ratings ha revisado al alza las previsiones del PIB potencial de España hasta una media del 2% durante el periodo 2024-2028 gracias a factores relacionados con la oferta como la bajada del paro estructural y la creación de empleo, pero también la productividad. Según su último informe, España crecerá este año alrededor de un 3% y continuará haciéndolo por encima del 2% entre 2025 y 2028.
Por su parte, S&P señala que la economía de España crecerá un 3,1% este año, un 2,5% el que viene, y un doble 2% para 2026 y 2027. Para el conjunto de la zona euro la situación es más compleja dado el estancamiento de Alemania y Francia, las economías que suponen un 50% de todo el PIB: “Proyectamos un crecimiento del PIB de la eurozona del 0,8% en 2024 y del 1,2% en 2025, con Alemania a la zaga de sus pares y España, que continúa superándolos”.
Hace diez años, altos cargos europeos llegaron a decir que los PIGS malgastábamos su ayuda. “Los países del euro del Norte han mostrado su solidaridad con los países en crisis. Pero quien la exige también tiene obligaciones. No puedo gastarme todo mi dinero en licor y mujeres y a continuación pedir ayuda”, aseguraba Dijsselbloem, político neerlandés, presidente del Eurogrupo de 2013 a 2018. Ahora, esos cerdos que perseguían los hombres de negro ya vuelan solos y lo hacen a buen ritmo. Lideran, con España a la cabeza, el ranking de las mejores economías muy por encima de esos países del norte que nos llamaban vagos. Países como Alemania y Francia, que nos señalaban por nuestra inestabilidad política durante la crisis, ahora la sufren ellos. Francia, por ejemplo, tiene grandes problemas para encontrar primer ministro y Alemania ha convocado elecciones porque su gobierno de coalición se ha roto.
El autor es economista