Cuando entramos en 2025 hubo acuerdo, hubo consenso en la ciudadanía sobre la importancia de este año. Pasados casi dos meses no tenemos la menor duda.

A nivel mundial: la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. La enésima tregua de la permanente guerra en Oriente Medio. La permeabilidad del sur de Europa al éxodo migratorio subsahariano. El futuro de los estados desunidos de Europa... y todo lo que no sale tanto en prensa, radio y televisión, pero que determina nuestras vidas aunque no lo parezca.

A nivel nacional crecen las dudas sobre la continuidad del Gobierno de coalición. Se fundamentan en la dificultad de funcionamiento de la democracia parlamentaria bicameral ya que Congreso y Senado se dan la espalda. Así, la memoria histórica es un juguete que se manosea por unos y otros, remontándose a la época que interesa a cada cual: 1936, 1939, 1975, 1978, 1995, 2004, 2018…

A nivel foral, Navarra parece una isla sólida en medio de esta deriva de continentes entre océanos que he descrito. Sin embargo, la falta de rigor nos complica la gestión. Me refiero a una de las acepciones de las muchas que tiene esta palabra. Rigor como exactitud y precisión; laztasun, zorroztasun… en euskera. Quizás la política sea todo menos rigurosa, inflexible, exacta… Aún así, la precisamos. ¿Se imaginan la alternativa a no hacer política?. Yo sí la conocí. 50 años ya de cambio.

Mientras exista la polis habrá que gestionar su funcionamiento. Y en Navarra, Pamplona tiene la pinta de aglutinar, en breve plazo, al 50% de su población. Siempre defiendo que todo lo que sucede a las sociedades humanas es debido a la educación recibida. Somos el resultado de la historia reciente vivida. Hasta el médico nos dice que a cualquier edad el cuerpo humano refleja la vida que lleva, aunque despreciemos ese mensaje porque nos molesta. Queremos el diagnóstico, tras haber exigido todas las pruebas médicas posibles, el tratamiento y, al fin, la solución, la cura.

Posiblemente estemos ya en el declive del estado del bienestar. Seguramente la reducción del consumo, la vuelta al equilibrio con la naturaleza, la aplicación del rigor en las aulas, con una recuperación de la caligrafía, la ortografía y el cálculo mental, el reforzamiento de la lengua materna, sean las armas salvadoras de nuestra sostenibilidad.

Ceder algún derecho de unos, los menos, para ampliar los de otros, los más. Mientras se piense que esto no lo puede decir ningún político porque peligraría su empleo, no vamos bien. Si concluyo que con la verdad, el rigor y la memoria histórica reciente no se redactan los programas electorales, entenderán mi preocupación.

Parece ciego el que no quiere ver que muchos resortes tradicionales en nuestra tierra navarra se están retorciendo para hacer posibles nuevas fuerzas de tracción que de verdad sirvan para mejorar nuestras vidas, las de todos. Ya no va a valer el frentismo, ni el insulto, ni la discusión baladí para ejercer el gobierno de nuestras vidas. Tampoco las fake news o las stupid news que con el cuento de lo digital y la IA nos quieren colar a diario. Las versiones oficiales distan de ser ya borreguilmente aceptadas. Igual les parece que sueño, pero no; me estoy pellizcando a cada párrafo.

Nos quedan el desencuentro visceral de Carlos Gimeno y sindicatos de docentes, el megalito de los Caídos, el dudoso plan de mejora del paseo de Sarasate, la regeneración del Planetario, la bajada de las aceras a sus carriles de todo lo que circula sobre ruedas… En fin, las cosas de casa.

Termino, con rigor, citando el que puede ser penúltimo hecho relevante, que no opinión, vivido en el Parlamento foral la tarde del 20 de febrero. Moción de Pedro González, adscrito al grupo parlamentario de UPN, para garantizar la permanencia como funcionarios públicos de los 352 profesores, “cruzados y cruzadas del PAI”. El asunto no es de índole menor habida cuenta de que otros tantos interinos y temporales de los modelos G, A y D se fueron al paro como consecuencia de la Ley Foral 11/2022 de 4 de mayo. 30 votos a favor: UPN, PPN, Vox, PSN-PSOE. ¿El inglés frente al euskera?. Se buscan responsables de tal estupidez.