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Tribunas

Patronal, UGT y CCOO en el mismo equipo

Patronal, UGT y CCOO en el mismo equipoPatxi Cascante

Hace pocas semanas Manuel Piquer, presidente de la CEN, intervino en el Congreso de UGT Navarra para defender que UGT y CCOO tienen que tener más representación. Incluso le pidió al secretario confederal de UGT que refuerce la estructura de Navarra para frenar a ELA y LAB, ya que, en otros territorios del Estado, no existe un sindicalismo alternativo. El simple hecho de que el presidente de una organización que defiende los intereses de los empresarios haga campaña a favor de UGT y CCOO es algo que debería hacer pensar a los responsables de esos sindicatos, y a toda la clase trabajadora navarra.

Por desgracia, esto no es nuevo en Navarra. No es casualidad que Navarra sea el sitio de todo el Estado donde más dinero público se destina al denominado diálogo social. El objetivo es intercambiar financiación pública por desmovilización social, al igual que se hacía en los tiempos de Sanz y Barcina. El propio Lorenzo Ríos, nuevo secretario general de UGT en Navarra, solicitaba en una reciente entrevista una nueva ley para recibir más dinero público. Desde 2021 el Gobierno de PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin han acordado que UGT, CCOO y CEN se repartan más de 1.200 millones de euros de dinero público. El nuevo Plan firmado la semana pasada, al igual que los anteriores, está lleno de generalidades e inconcreciones. La única novedad es que UGT y CCOO, haciendo suyo el discurso de la patronal sobre absentismo, se han comprometido a reducir las ausencias en el trabajo dando opción a que las mutuas traten bajas que hasta ahora se gestionaban desde lo público.

En opinión de ELA, el diálogo social consiste en privatizar políticas públicas. Para ello no dudan en vaciar de contenido otros órganos y supeditarlos a lo que se decida en Consejo de Diálogo social. Por eso, ELA no participa ni en el Servicio Navarro de Empleo ni en el Consejo Navarro de Salud Laboral, siendo el único sindicato que no forma parte de esos órganos.

El Gobierno de Navarra es el otro beneficiado del diálogo social, puesto que consigue que UGT y CCOO legitimen sus políticas antisociales (negativa a hacer una reforma fiscal, gasto insuficiente en servicios públicos, privatización de los cuidados, TAV…).

Por contra, los intereses de los trabajadores y trabajadores navarros no se benefician del diálogo social. Lo acabamos de ver con la propuesta que hemos hecho ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE y Etxalde para conseguir que Navarra tenga un Salario Mínimo propio. Lamentablemente UGT, CCOO y CEN se han aliado para echar por tierra esta propuesta, asegurando que esa es una materia que se está trabajando en el diálogo social. Era de esperar que la patronal se negase a que se suba el SMI puesto que hace negocio a costa de pagar salarios bajos. Pero la negativa de UGT y CCOO es indefendible, y más teniendo en cuenta que esos mismos sindicatos han apoyado esta iniciativa para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En cualquier caso, los sindicatos que hemos puesto en marcha esta iniciativa no vamos a ceder en nuestro empeño, y vamos a hacer una recogida de firmas para llevarlas al Parlamento con el objetivo de conseguir que Navarra tenga un salario mínimo propio.

La realidad es que, a pesar de todos los millones de dinero público repartido, y a pesar del apoyo de la patronal, desde 2010 ELA sigue recortando su distancia respecto de UGT y CCOO. Ese ascenso de ELA ha provocado que, a día de hoy, el diálogo social en Navarra tenga también un carácter antidemocrático, ya que se realiza con menos del 50% de la representación sindical.

En su intervención, el presidente de la patronal también señaló que “empresarios y trabajadores jugamos en el mismo equipo”. Ese trabajo en equipo que defiende la patronal supone que en muchas empresas navarras funcione ese clientelismo en el que UGT y CCOO firman malos acuerdos a cambio de controlar las contrataciones. Por contra, ELA considera que los intereses de la patronal son contrapuestos a los de la clase trabajadora, y que hay que confrontar para mejorar las condiciones laborales para lo que es indispensable la independencia económica, la autonomía política y la caja de resistencia.

El autor es coordinador de ELA Nafarroa