En el contexto de la situación del servicio de bicicletas eléctricas del Ayuntamiento de Pamplona, como presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona me veo en la necesidad de aclarar una serie de puntos sobre el papel de la entidad en la prestación presente y futura de este servicio.

En los últimos días, más de un representante municipal de la Comarca ha puesto encima de la mesa que la solución al problema de las bicis pasa por la asunción del servicio por parte de la Mancomunidad, e incluso en algún caso se ha afirmado que la Mancomunidad “lleva dos años mirando para otro lado”.

Creo haber demostrado que no tengo problemas en asumir críticas. En coherencia con mi compromiso de transparencia, cada mes respondo en diferentes emisoras de radio a las consultas y críticas de la ciudadanía, y también entiendo en qué términos se produce el debate político, pero llama la atención que se obvien aspectos esenciales que es necesario recordar.

En efecto, en la Asamblea general de la MCP del 16 de noviembre de 2023, a iniciativa de este presidente y su equipo de gobierno, se aprobó por unanimidad la modificación del artículo 6 de los Estatutos de la entidad, incluyendo un nuevo apartado: “Movilidad”. La Mancomunidad podrá ejercer ahora dicha competencia, previa asunción de su titularidad, ya que lo que aprobamos es que “cada ayuntamiento podrá acordar, por mayoría absoluta, si quiere adherirse para la prestación de ese servicio en la Mancomunidad”.

Es decir, para que la Mancomunidad pueda asumir las competencias sobre la bicicleta eléctrica, cada ayuntamiento interesado tiene que aprobar voluntariamente la delegación de esa competencia en la Mancomunidad. Pues bien, en este periodo de tiempo ningún ayuntamiento de la Comarca ha aprobado la cesión de dicha competencia. Sorprende que representantes municipales que participaron en esta modificación desconozcan este hecho tan relevante.

Y aún más, como hemos dicho muchas veces, incluso aunque algún ayuntamiento hubiese solicitado esa cesión de competencia, entonces nos enfrentaríamos al problema que tiene que ver con las condiciones del contrato que tiene suscrito el Ayuntamiento de Pamplona con la empresa prestadora del servicio, que actualmente limita la capacidad que tienen el resto de ayuntamientos de sumarse al servicio.

Esta circunstancia asociada a la contratación pública requiere una explicación mucho más compleja de lo que me permite un artículo de opinión, pero se entiende fácilmente con un ejemplo: actualmente si un ayuntamiento (o la Mancomunidad) quisiese sumarse al servicio de bici eléctrica, tendría que licitar un nuevo concurso, que podría ganar una empresa diferente a la que presta el servicio en Pamplona, con sus diferentes bicis, diferentes bases y diferente aplicación móvil. Esto provocaría que un vecino de esa localidad tendría que subirse en dos bicis diferentes para llegar a un punto de Pamplona o para volver a su casa. Ridículo ¿verdad?

Para terminar, quiero subrayar que la Mancomunidad está dispuesta a sumar la bici eléctrica a sus servicios de movilidad sostenible, y más cuando es un servicio demandado y bien valorado por la ciudadanía, pero aquí debe concurrir el rigor que exige la prestación de cualquier servicio público. Es otra vez muy importante que este camino se aleje en lo posible de batallas políticas.

Estamos en contacto estrecho con el Ayuntamiento de Pamplona y remando en la misma dirección. Sabedores de la compleja situación del sistema, en paralelo nos asesoramos profesionalmente con el más potente servicio de bicis eléctricas del Estado y compartimos información entre ambas instituciones.

Todos queremos deshacer el nudo, pero, por ahora, todavía queda camino por andar para que esto sea una realidad.

El autor es presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona