Disfrutamos de un gran sistema sanitario que se ha ido consolidando con el paso del tiempo. Su universalidad y gratuidad lo hacen único respecto de otras latitudes del planeta y lo convierten en un instrumento de equidad y solidaridad indiscutible. No hay duda tampoco de que su gran valor reside en la entrega e implicación de sus profesionales.
Este sistema disfruta de fortalezas importantes como una amplia y diversificada red de infraestructuras sanitarias, una sólida formación de sus profesionales, una importante inversión o el buen trabajo que vienen realizando nuestras universidades en la formación de los futuros profesionales. Todo ello hace que la sanidad navarra posea una calidad incuestionable y una capacidad de adaptación a las nuevas situaciones, como hemos podido comprobar en la pandemia. Por eso, queremos destacar en la primera parte de este escrito “todo lo bueno que tenemos”, para no olvidarlo, para tomar conciencia de ello y no dejar de agradecerlo.
La sanidad la sostenemos entre todos, por lo que es de todos. No vale “criticarla desde fuera” porque todos debemos implicarnos en su conservación y mejora. Con todo lo anterior, es verdad que hay también muchos aspectos que requieren de una actuación importante. Escuchando a muchas personas (ciudadanos, profesionales, gobernantes, partidos, sindicatos) llegamos a algunas conclusiones:
1- Urge despolitizar la gestión sanitaria y nos urgen responsables políticos que “sueñen la sanidad del futuro”, escuchando a los profesionales y apostando por ella.
2- Los tiempos cambian, la sociedad cambia y tendremos que adaptar nuestra sanidad a los tiempos presentes. Hay que sentarse, reflexionar, dialogar, consensuar y diseñar, entre todos, la sanidad que ya viene y que necesitamos.
3- La pandemia nos ha ayudado a detectar mejor nuestras debilidades. ¿Tenemos claro lo que hemos aprendido de ella? ¿Qué tenemos que cambiar para afrontar mejor futuras crisis?
4- En este sentido, es real que, en los últimos años, nuestros sanitarios han sufrido mucho. Hay que establecer medidas que supongan un mayor cuidado emocional para el bienestar de nuestros profesionales.
5- Creemos que todos estamos de acuerdo en la necesidad de una profunda reestructuración de la Atención Primaria. Hay que ponerse a ello sin demora. La Primaria es una de las bases del edificio.
6- Debemos reflexionar delimitando bien una posible reconfiguración de roles y funciones de todos los profesionales sanitarios.
7- Hay que hacer más por potenciar el autocuidado, la prevención y la educación sanitaria de todos nosotros.
8- Y a los ciudadanos nos toca hacer un uso ético, responsable y adecuado de los recursos; respetando y confiando siempre en sus profesionales y combatiendo a los que osan a insultar o agredir a estos trabajadores.
9- Urge dedicar una especial atención a algunos problemas acuciantes como: la demora en la atención a pacientes, la estabilidad laboral de los profesionales, agilizar la burocratización del sector, mejorar la coordinación de los distintos servicios o garantizar la debida financiación, más allá de los gobernantes del momento.
10- Por último, queremos pedir una apuesta real por reforzar los servicios de atención a la salud mental; a la de toda la población pero, en especial, a la nuestra, los jóvenes. Sin duda, nos dejamos muchas cosas pero creemos que recogemos algunas de las principales fortalezas y desafíos de nuestra sanidad.
Ojalá nuestro proyecto sirva para que los mayores seáis más conscientes de lo que tenéis. Tu sanidad: un regalo que debes cuidar. La sanidad es también tuya. Haz por cuidarla. Implícate en su salud. Es tu deber. Exige también su mejora. Tienes derecho. La disfrutaremos todos y los que vengan tras nosotros.
Firman esta carta: Álvaro Ardaiz Martín, Suyai Garcés Ochoa, Fermín Borobia Ruiz, Leyre Galar Ortega y Miren Idareta Pérez En representación del alumnado de 3º de ESO