Rendir cuentas a Navarra es apasionante y desafiante a partes iguales. Hacerlo en un entorno de estabilidad institucional y social es afrontar los retos con certezas.
Navarra se mueve. Esta tierra se merece no dar nada por perdido y pelear día a día por el bienestar de los navarros y navarras.
Nos mueven las políticas útiles: desarrollar las grandes infraestructuras, que nuestros pueblos estén poblados y con servicios, optimizar nuestra red de carreteras, nuestras conexiones por tren, apoyar a nuestras entidades locales, sumarnos a la movilidad sostenible o desbloquear desarrollos urbanísticos para contribuir a la construcción de viviendas asequibles.
Lo hacemos con la fortaleza de un Gobierno que guía sus acciones sobre la base del Acuerdo Programático para esta legislatura, que identifica una Navarra con voces plurales, que consolida una mirada amplia y responde con firmeza a los retos que nos marca la sociedad.
Lejos del ruido interesado, la realidad es que las máquinas han abierto más de 590 metros del nuevo túnel de Belate, una de las mayores obras que se están construyendo en Navarra en los últimos años necesaria para cumplir con la normativa europea.
En cuanto a la conversión de la N-121-A en una vía 2+1, es el reflejo del compromiso por la mejora de la red de carreteras navarras. Inauguramos el cuarto tramo y en este momento, se ejecuta la variante de Burutain con un presupuesto cercano a los 15 millones de euros. Con una previsión de gasto de 19 millones de euros, es ya pública la licitación del nuevo tramo de entre túneles que unirá Belate con el próximo túnel de Almándoz.
Sin duda, Navarra está en marcha. En la Ribera, hemos dado el impulso definitivo para la construcción de la Autovía A-15 entre Medinaceli y Tudela. Por un lado, se ha aprobado de manera provisional el proyecto constructivo del tramo entre Cintruénigo hasta la conexión con la AP-15. Por otro, hemos activado la licitación para la redacción del proyecto del segundo tramo que compete a Navarra y que contempla hasta el enlace de Cascante.
Solo siendo proactivos podemos avanzar en las conexiones de Navarra, resolviendo y mejorando la movilidad de las personas y de las empresas. Inversiones también en el tren, con más de 600 millones de euros invertidos en las obras ejecutadas para la Alta Velocidad entre Castejón y Tafalla y en construcción la plataforma hasta Campanas y el puente de Castejón.
Trabajamos por convicción. El impulso a la movilidad sostenible es incuestionable gracias a una visión ambiciosa por tejer una red de infraestructuras ciclables que garantizan itinerarios conectados, seguros y saludables. Desde el año 2019 hemos invertido cerca de 20 millones de euros en la creación de más de 85 kilómetros de carriles ciclables, de los que 12,5 millones se han financiado a través de fondos europeos Next Generation.
Y si las infraestructuras son importantes para las generaciones futuras, la gestión del agua es en este momento un asunto trascendental para el desarrollo social y económico. Por esta razón, nuestra prioridad ha sido y es el gran proyecto del Canal de Navarra.
Hemos finalizado la ampliación de la primera fase del canal, haciendo llegar el agua del embalse de Itoiz a los nuevos usuarios de Tierra Estella. Y estamos en la fase final de la tramitación para que Canasa licite las obras de la segunda fase del Canal de Navarra. Esta es nuestra máxima prioridad.
Pretendemos que a la Ribera le llegue la máxima cantidad de agua posible, apoye al sector primario y al desarrollo de la agroindustria y abastezca con agua de calidad a cerca de 80.000 personas. El uso eficiente y equitativo de un recurso limitado es exigente e irrenunciable.
Tenemos claro que nuestras políticas se han de desarrollar con una mirada municipalista, de equilibrio y de igualdad de oportunidades. El modelo de financiación municipal aprobado durante la pasada legislatura se ha demostrado como un modelo de éxito que aporta certidumbre a los responsables locales y, además, garantiza un funcionamiento eficiente de los servicios que prestan a la ciudadanía. El apoyo económico del Gobierno de Navarra a las entidades locales marca cifras históricas y está consolidado.
Nuestro compromiso es garantizar la equidad en el acceso a los servicios públicos como la educación, la salud o el servicio de transporte. Buscamos acciones de discriminación positiva hacia las áreas rurales. Y esto, tratamos de plasmarlo en la próxima ley foral de Despoblación y Desarrollo Rural. Debe ser una norma muy participada, con perspectiva transversal, adaptada a cada territorio de Navarra y que sea de fácil aplicación. Esperamos presentar en el Parlamento de Navarra antes de que termine este año.
En la Comarca de Pamplona, los planes urbanísticos como el PSIS de la UPNA, el de Etxabakoitz o el de Sarriguren se han impulsado con un trabajo coordinado y leal entre las distintas administraciones implicadas.
Nos queda por delante mucho por hacer, soy consciente, pero también lo soy de que las posibilidades son inmensas y de que nuestra firmeza y compromiso sigue intactos.
Con el convencimiento, el esfuerzo y la fidelidad a la ciudadanía, Navarra sigue en marcha.
El autor es consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra