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La carta del día

Viajar en silla de ruedas. Aportaciones

Entiendo que se ha instalado en las distintas empresas y asociaciones una forma de funcionar que no se adecua a la normativa

Viajar en silla de ruedas. Aportaciones

Idoia, leo tu carta con interés ya que por motivos profesionales me toca llevar a personas que se desplazan en silla de ruedas en vehículos a motor. He pensado bastante respecto a cómo hacemos las cosas y cómo se deberían hacer.

En primer lugar, entiendo y comparto tu indignación con el trato recibido y por la falta de información que recibiste, pese a hacer el esfuerzo de ir a informarte previamente.

Dicho esto, me gustaría aportar algunas cuestiones.

He de decirte que el chófer del autobús no está desencaminado. Las sillas de ruedas han de tener una homologación para que se puedan usar como asientos seguros en un vehículo a motor. Es la ISO 7176-19 que en muchas sillas se acredita con una pegatina. Que compraras la silla en una ortopedia no quita para que la silla esté homologada o no. La persona que te la vendió no te informó de este asunto, sencillamente no lo tienen en cuenta y suelen pasar de puntillas sobre este tema ya que, hasta ahora, nadie estamos pidiendo esta pegatina para acceder al vehículo.

Ahora bien, la silla por mucha pegatina que tenga no hace nada si no está bien anclada al vehículo. En este punto, también lo hacemos de una manera, que no siempre es la que el fabricante de la silla recomienda. Hay una forma de hacerlo que se ha “establecido y aceptado”, en gran parte de las asociaciones, instituciones y empresas que hacen transporte de personas en silla de ruedas, que toleramos, repetimos y que no es la adecuada.

Si la silla está homologada y bien cinchada ya solo queda poner el cinturón para hacer un viaje de forma segura. Parece fácil, pero también hay que hacerlo y hacerlo bien. Yo he visto cómo un taxi adaptado arrancaba con una persona en silla, sin cinchas, sin reposacabezas y sin cinturón de seguridad, aún me acuerdo de su número.

En tu caso, doy por descontado tu capacidad para autoprotegerte y decidir cómo actuar si ves alguna irregularidad. Hay otras personas que no son capaces de protegerse por sí mismas y que están en manos de los profesionales que las llevamos. Entiendo que se ha instalado en las distintas empresas y asociaciones una forma de funcionar que no se adecua a la normativa y que deberíamos de revisar. Me temo que las dudas del chófer a este respecto, son fundadas. Hace algún tiempo que transmití a José Joaquín Ezquieta, jefe del equipo de educación vial de la Policía Foral, mis sospechas y entiendo que estará trabajando para revertir esta mala praxis.

Por último me gustaría adherirme a lo que dices de la falta de empatía y sensibilidad. Yo añadiría profesionalidad.

Para acabar y haciendo una suposición, quizá tu silla es de las que se pliegan, quizá puedas hacer transferencias de silla a asiento, quizá el chófer podría haberte ofrecido subir al bus, pasar a un asiento y llevar la silla en el maletero. Quizás así hubieses sentido empatía y hubieses podido hacer tu viaje.

Quizá tu queja sirva para que observemos este asunto como se merece, solo quizá.