Pese a que hoy en día están de moda, y con razón, los nombres de Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Sandra Paños y compañía, antes tuvo que haber jugadoras que lucharon hasta poner al Barcelona en la élite del fútbol a nivel no solo nacional, donde ahora mismo dominan con autoridad y sin claros oponentes en los campeonatos domésticos, sino que también se codean con los mejores equipos en los grandes equipos.

Ahora mismo, el Barcelona afianzó este jueves su liderato en solitario del Grupo D de la Liga de Campeones femenina después de imponerse por 3-0 al Bayern de Múnich alemán, en la tercera ronda de la fase de grupos. En el Camp Nou, vestido de gala para la ocasión, el campeón de la edición 2020/2021 tuvo seguramente su encuentro de mayor exigencia de esta temporada porque se topó con la resistencia de un conjunto bávaro que apuró sus opciones de seguir invicto.

Pero todo tiene un principio. En 2001, y después de ver diferentes equipos, el Barcelona incorporó definitivamente el fútbol femenino como sección oficial con motivo de la reestructuración de las competiciones. Apenas un año después, en 2002, la navarra Natalia Astráin cogió las riendas del equipo, siendo entrenadora durante cuatro temporadas. Astráin, que es la primera mujer en sacarse el título de entrenadora a nivel nacional, dejó el club para enrolarse en las filas del Europa, Levante Las Planas, Damn Club y Atlético de Madrid, antes de cruzar el charco en 2017 y unirse al Rise Soccer, Bay Area y Kansas City, antes de convertirse en seleccionadora sub-17 en Estados Unidos.

Natalia Astráin, en un partido del Barcelona en Barañáin contra el Lagunak. Jose María Pérez

Con la navarra a los mandos, el Barcelona se proclamó en dos ocasiones (2002/2003 y 2003/2004) campeón de Segunda División, logrando el ascenso a la máxima categoría en el segundo campeonato. En su debut en Primera División, que por aquel entonces se denominaba ‘Superliga’, Astráin dejó al Barcelona en ocatava posición, finalizando en noveno lugar su último año como azulgrana, donde, además, alcanzó los cuartos de final de Copa de la Reina.

Las hermanas Unzué, alargando el apellido de su tío

En el mismo verano en el que Natalia Astráin dejó la entidad azulgrana llegaron a la Masía las hermanas Unzué, Marta y Elba, procedentes de Osasuna. Nacidas en Berriozar, las hermanas gemelas afrontaron su primera aventura lejos de Navarra, y lo hicieron en el club en el que su tío Juan Carlos era, por aquel entonces, el segundo entrenador de Luis Enrique. Antes, en las temporadas 1988/1989 y 1989-1990, Juan Carlos defendió la portería del Camp Nou, donde consiguió levantar una Recopa y un título de Copa del Rey.

Las hermanas gemelas Unzué, antes de un Lagunak-Barañáin de Superliga femenina Mikel Saiz

Marta, que ocupa la posición de defensa, estuvo doce temporadas defendiendo la camiseta azulgrana, llegando a portar el brazalete de capitana, aunque perteneció a la entidad un curso más, pero jugó cedida en el Athletic de Bilbao. Por su parte, Elba, delantera, tan solo estuvo cinco años defendiendo al Barcelona. Juntas, ambas hermanas consiguieron levantar la Copa de la Reina en la temporada 2010-2011. Elba, entonces, pasó a ser la preparadora física del equipo que dirigía Xavi Llorens.

Marta Unzué posa con una de las cinco Copas de la Reina que consiguió ganar con el Barcelona. Foto de archivo

Después, Marta consiguió ganar la liga en cuatro ocasiones (2011-2012, 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015), así como otras cuatro Copas (2012-2013, 2013-2014, 2016-2017 y 2017-2018). Además, Marta disputó cinco ediciones de la Liga de Campeones femenina, desde el debut del club en la competición en la temporada 2012-2013, llegando a semifinales en el curso 2016-2017, la cota más alta por aquel entonces de la entidad catalana.

La jugadora del FC Barcelona, Marta Unzué (i), pugna con Anita Asante, del FC Rosengard, durante el partido de vuelta de cuartos de final de Liga de Campeones femenina que ambos equipos disputaron en 2017 en el Mini Estadi de Barcelona. Alberto Estévez (Efe)

Así las cosas, las tres navarras contribuyeron, de una forma u otra, al crecimiento de la sección de fútbol femenino del Barcelona, y comenzaron a poner los primeros cimientos para que hoy en día el equipo culé sea uno de los mejores a nivel internacional.