PAMPLONA. El centrocampista del Rayo Vallecano Javi Fuego es el principal candidato que la dirección deportiva de Osasuna tiene para sustituir al iraní Javad Nekounam, que el año que viene no seguirá en Pamplona tras no aceptar las nuevas condiciones económicas impuestas por el club para reducir las fichas del primer equipo y querer regresar a su país donde al parecer tiene una buena oferta. Su posible sustituto, uno de los jugadores más importantes del club rayista y cuyo nombre ha sido vinculado a equipos importantes como el Sevilla, tiene 28 años y es un centrocampista de corte defensivo y probada experiencia.
Aunque no se espera su incorporación de forma inmediata, el club ya le ha hecho saber a su representante que Osasuna necesita un sustituto de garantías en su posición y que él es el primero de la lista.
El perfil de Javi Fuego se ajusta a la perfección a lo que busca el cuerpo técnico de Osasuna, donde dos de sus compañeros en el Rayo la temporada pasada, Arribas y Armenteros, han llegado como refuerzos para Mendilibar.
neko, directo a teherán Por lo que se refiere a la operación para la salida de Nekounam, Osasuna se encuentra a la espera de que el jugador haga oficial su marcha al Esteghlal para desvincularse totalmente del internacional iraní. El jugador, que ha estado en Pamplona los últimos días, decidió ayer desplazarse hasta Bilbao por la mañana para coger el avión, que vía Alemania, le iba a trasladar a Teherán. Una vez rubrique su contrato con el club iraní, Osasuna comunicará oficialmente su salida después de que los dos clubes den por buenos los documentos.
Pese a que Osasuna es consciente de que la salida de Nekounam no ha sido rentable para las arcas del club dado que el contrato del jugador presentaba una cláusula de 2,5 millones de euros, las fuentes consultadas por este periódico insisten en la importancia de la operación en términos económicos. Hay que tener en cuenta que el jugador, que hasta la fecha cobraba una ficha anual neta de 900.000, iba a pasar a cobrar cerca de 1,3 millones de euros por temporada, una cifra inalcanzable en estos momentos para un club como Osasuna inmerso en una drástica reducción de gastos.
Neko se fue ayer triste. Los seis años pasados en Pamplona han dejado huella en el persa, que pese a los deseos de regresar a su país sabe lo que deja atrás. Ayer no pudo hacerlo, pero tiene intención de despedirse de la afición a través de un comunicado que remitirá al club en el que agradecerá el apoyo dado en estas seis temporadas.
Aunque su peso en el vestuario y en campo no fue el esperado para el jugador mejor pagado de la plantilla, no será fácil encontrar un sustituto de sus prestaciones.