lo que estaba previsto que fuese la penúltima sesión de entrenamiento de la temporada para la plantilla de Osasuna se convirtió en la gris mañana de ayer en la desoladora escenificación del fin de un ciclo.
La despedida de Javi Gracia precedió al desfile de los jugadores, quienes cargando bolsas con material deportivo y algunas de sus pertenencias -algo habitual en cada fin de curso- fueron abandonando Tajonar poniendo el broche final a una etapa. Hoy volverán para ejercitarse a las órdenes de Alfredo Sánchez, segundo entrenador, antes de enfrentarse el viernes a la Real Sociedad. Entonces, algunos dirán adiós y no regresarán más.
Cabizbajos y cariacontecidos, unos por la entrada principal y otros por la puerta de atrás, los integrantes de la plantilla rojilla dejaron las instalaciones -con las excepciones del Gato Silva y Raoul Loé, quienes ya están convocados con las selecciones de Chile y Camerún, respectivamente, y el argentino Armenteros-. En silencio, sin hacer ningún ruido, Lobato y Acuña fueron los primeros en meterse en sus coches y desaparecer. Los últimos en marcharse, curiosamente, fueron tres de la casa: Oier, Miguel Flaño y Patxi Puñal, por ese orden. Este último dedicó unos segundos a varios aficionados que le esperaban en el exterior para hacerse fotos.
Con gestos apesadumbrados, todos declinaron hacer declaraciones a los medios de comunicación, más allá de expresar su enorme tristeza por el decepcionante desenlace de la temporada, con el descenso a Segunda División todavía fresco en sus conciencias.
Jose García, agradecido. El juvenil rojillo, que debutó en Primera con Javi Gracia, tuvo palabras de agradecimiento para el técnico en Twitter: "Gracias por la confianza, las oportunidades y los consejos. Espero que te vaya bien y nos volvamos a ver. Mucha suerte", publicó.