derechazo. Oier Sanjurjo conduce el balón por el lateral izquierdo, Jose García, por delante, se abre hacia la banda; el capitán rojillo no se lo piensa y cambia de dirección hacia el centro. Arma un gran derechazo que Dorronsoro no puede alcanzar. El balón besa la red, la grada explota en un grito unánime de celebración. Oier corre hacia el fondo sur, lo celebra con los aficionados y acto seguido se lo dedica a su hijo, un gol muy especial con una dedicatoria a la altura de las circunstancias. Apenas se cumplía el minuto uno de partido y el la tarde se ponía de cara, todavía quedaba mucho por sufrir para conseguir los tres puntos, tres puntos que ayudan a encarar de otra manera los partidos que quedan. Foto: Patxi Cascante/Mikel Saiz
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