pamplona - La Policía ha elaborado un nuevo atestado para el procedimiento judicial denominado pieza B, en el que se investiga las salidas de dinero de Osasuna durante la época de Patxi Izco como presidente, y no ha encontrado amparo ni justificación al pago en efectivo, en metálico, de 361.000 euros que se justificaron como gastos necesarios de contratación para los fichajes de cinco jugadores rojillos (Lolo -60.000 euros-, Lekic -120.000-, Soriano -60.000-, Riesgo -60.000- y Cejudo -61.000-). El grupo II de Delitos Económicos de Policía Nacional ha tomado declaración a dichos futbolistas que niegan haber recibido dichas cantidades y alegan que todos sus honorarios los cobraban a través de transferencias bancarias.

Estos 361.000 euros han sido incluidos tanto por el juez, como por la Audiencia Provincial, en el auto de embargo de bienes sobre el expresidente rojillo. La Sala que confirmó la resolución de Otamendi manifestó que “los recibos en metálico firmados por el investigado, hecho este indiciario, acreditado, del que lógicamente no cabe sino deducir en esta fase (la de investigación del caso) la percepción por el mismo de estas cantidades, pues no otra explicación puede tener esa firma de los recibos, sin que conste qué destino final ha dado el investigado a dichos importes”. En su declaración judicial, Izco dijo desconocer el destino de este dinero y alegó que no había salido de la caja del club y que tampoco estaba contabilizado de forma opaca.

Este movimiento económico, que afectó a las arcas del club a finales del año 2010 y primeros del año 2011 (los meses de enero y julio solían ser síntoma de partidas sospechosas que salían de la entidad), viene reseñado en la auditoría que denunció el propio club rojillo y también en la querella que presentó la Hacienda foral contra Osasuna por delito fiscal, ya que incorporó estos pagos debido a su volumen económico y al “desconocimiento por parte de la inspección del fisco de la naturaleza de esas cantidades de dinero, de quién o quiénes efectivamente percibieron estas cuantías y en calidad de qué, por lo que no es posible por el momento determinar la calificación de esas rentas satisfechas, el efecto tributario y, por tanto, la posibilidad o no de plantear una regularización tributaria y, en su caso, la posible concurrencia de un delito fiscal por este motivo en particular”.

El apunte contabilizado el 1 de diciembre de 2010 que figura en la cuenta de la caja central de Osasuna en los que se expone este dinero como “Pendiente de recibir”. Al respecto, el club proporcionó a Hacienda y a la Policía los cinco recibís grapados por cantidades que sumaban 361.000 euros que, según el gerente, Ángel Ardanaz, desde Osasuna “se desconoce por qué se satisficieron estos importes y la razón por la cual estaban contabilizados en un único movimiento”.