pamplona - El director técnico Héctor Morales (VDR) y los arquitectos Jaime Suescun y Diego Fernández (OFS Architects) recogieron el testigo de los proyectos Sadar Berria y Rojo-Azul y expusieron ayer en la sala de prensa de El Sadar Muro Rojo, una propuesta, como recalcan los precursores, “para conectar con el ADN de la afición osasunista, con el espíritu del club y lo que éste representa”. Este diseño mantiene y potencia la esencia de El Sadar, generando, como comentó Fernández “un estadio atronador, difícil y temible y se basa en ser un estadio vertical y envolvente” y que “desde fuera ven El Sadar como el jugador número 12”.

El proyecto Muro Rojo tiene sus máximas en ser un estadio envolvente -una única grada que consigue encerrar mejor el estadio, buscando convertirlo en un fortín-; vertical -la nueva grada que se genera alrededor de todo el campo (a excepción de la zona de grada alta) se caracteriza por una inclinación de 40 grados, que permite una inmejorable versión reduciendo la distancia al terreno de juego-; una grada muro -en Graderío Sur se posibilita la estancia de pie, mediante el sistema rail seat-; confort -los asientos están al cien por cien cubiertos y la nueva cubierta protege del viento a los espectadores- y vanguardia -una estética a través de la grada continua y una iluminación exterior e interior-.

En cuanto a la fachada, unas estructuras verticales la rodean y unas circulaciones horizontales envuelven el estadio. Aquí, la propuesta Muro Rojo plantea tres niveles de fachada. Una primera fachada de graderío nuevo, una fachada de deambulatorio en el nivel 1 y una fachada a nivel de calle.

La cubierta está formada por un anillo envolvente compuesto por dos tipos de materiales: uno traslúcido y otro opaco. “El traslúcido permite que la luz llegue al césped y así mejorar su calidad durante el año, mientras que el opaco protege de la climatología”, señaló Suescun.

Se amplía la localización de las puertas de acceso para una posible evacuación si fuera necesario. “Estamos hablando de más de 126 metros lineales de salida, unas 57 puertas dobles”, añadió Suescun.

Al igual que la mayoría de proyectos, la zona visitante estaría independiente del resto del estadio. En esta ocasión, hay una propuesta escalable de cuatro niveles, en función del número de aficionados que se desplacen del conjunto rival.

Uno de los temas de los que más se está hablando es de las personas con movilidad reducida. En esta ocasión se plantea una ubicación integral, de manera que puedan asistir al fútbol con familiares y amigos. “Los espacios reservados para personas con movilidad reducida sería en el deambulatorio, en el nivel 2, y planteamos añadir cuatro ascensores a los dos que ya hay, de manera que los ascensores estén cercanos a estas plazas de reserva. Es una zona que incluye acceso a bares y a varios aseos adaptados”, prosiguió Suescun.