el equipo - Arrasate volvió a decantarse por el cedido de invierno y dejó de nuevo al canterano en el banquillo en un partido lejos de Pamplona. Rober Ibáñez fue, junto a Clerc, de lo más flojo en Osasuna, aportando muy poco al juego de ataque por banda o por dentro. Barja jugó la última media hora, pero salvo una de sus acciones clásica en las que se metió hasta el palo y dio el pase atrás, tampoco encontró con la fórmula para desestabilizar el sistema defensivo del Numancia.