Pamplona - La Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte acordó ayer una propuesta de sanción para Osasuna de 200.000 euros de multa y la clausura de El Sadar durante dos meses “por facilitar entradas de cortesía a miembros del grupo Indar Gorri con ocasión del encuentro Las Palmas-Osasuna, jugado el pasado 12 de enero”. Se trata de la tercera ocasión en menos de un año en la que Antiviolencia plantea el cierre temporal del estadio del conjunto navarro -ya lo hizo en junio y diciembre del pasado año-. La proposición volvió a encontrar respuesta oficial por parte del club, que negó la acusación de proporcionar entradas a los citados hinchas. Además, fuentes consultadas por este periódico añadieron tener constancia de que las localidades fueron adquiridas en las taquillas del estadio Gran Canaria.

Resulta conveniente recordar que antes del encuentro que disputaron Las Palmas y Osasuna el pasado 12 de enero se produjo un violento enfrentamiento entre ultras de ambos equipos, resuelto, según informó la policía local, con la identificación de dos hinchas del conjunto insular.

Comunicado de respuesta “La entidad quiere aclarar que no facilitó entradas al citado grupo y que se defenderá de esta acusación ante las instancias que sean pertinentes”, dijo Osasuna en un comunicado en el que explicó su proceder en los partidos que el primer equipo disputa lejos de Pamplona: “En todos los desplazamientos, el club realiza registro de las entradas de cortesía entregadas. A través de su coordinador de seguridad, la entidad elabora un listado en el que todas las personas que reciben las citadas entradas quedan registradas en un listado con nombres, apellidos y DNI. El caso del partido ante la Unión Deportiva Las Palmas no fue una excepción. Tal y como es su proceder habitual, la entidad repasó la identidad de las personas a las que destinó las entradas. Ninguna de ellas tenía una sanción o prohibición en curso y ninguna de ellas estaba en listado alguno remitido por LaLiga o la Policía Nacional al club. Por ello, es manifiesto que dicha propuesta de sanción carece de base alguna”.

Criterio desigual Osasuna aprovechó el texto de respuesta para lamentar “profundamente que el criterio empleado para recibir propuestas de sanción no sea semejante al de otras entidades”, queja tras la que recordó que “el pasado 24 de enero el club ya denunció públicamente que había recibido una propuesta de sanción por introducir dos pancartas que, según la Comisión Antiviolencia, ‘carecían de los certificados de estar realizadas con materiales ignífugos’. Más allá de haber aportado la documentación pertinente que acreditaba que dichos materiales eran ignífugos (la documentación fue publicada), Osasuna tenía conocimiento de que, esa misma jornada, en otros estadios de LaLiga se habían exhibido pancartas realizadas con el mismo material, fabricadas por el mismo proveedor y que contaban con el mismo tipo de certificado”.

La protesta del club navarro continuó haciendo referencia a otra propuesta de sanción anterior: “En la noticia emitida por Antiviolencia también ha podido conocerse la propuesta de sanción a dos clubes ‘por la introducción y posterior encendido de material pirotécnico’ en dos entrenamientos por un importe de 10.000 euros. A Osasuna no deja de sorprenderle que, por unos hechos similares, la propuesta de sanción que recibió la temporada pasada fue diez veces mayor, de 100.000 euros”.

En la misma nota, el club navarro también mostró “estupor” por la sanción de 5.000 euros al hincha del Numancia que rompió la luna de un autobús de aficionados de Osasuna y “sorpresa” porque que para Antiviolencia “no sea objeto de consideración la visita de algún grupo radical a El Sadar en las últimas fechas y cuyo comportamiento distó mucho del adecuado en un evento deportivo”, en referencia a los ultras del Zaragoza, aunque Osasuna no citó en ningún momento el nombre del club maño.

Sin comunicación “La entidad reitera su malestar con el proceder habitual de Antiviolencia, que una vez más no ha comunicado la propuesta de sanción al club y que ha tenido que enterarse de la misma a través de las noticias de diversos medios de comunicación”, recordó Osasuna, añadiendo que “este proceder, independientemente de su intencionalidad, daña la imagen de los clubes, que en ningún caso es reparada cuando las propuestas de sanción quedan sin efecto”.

Para poner fin a su comunicado, el club rojillo destacó que Osasuna “no será intimidado ni coartado en la defensa de sus derechos y los de sus socios” y expresó “con total rotundidad y firmeza su rechazo a cualquier comportamiento violento, racista o xenófobo”, reiterando “su compromiso para acabar con una lacra que no debe tener cabida ni en el deporte ni en cualquier otro ámbito de la vida”. - D.N.

Junio de 2018: 100.000 euros y un mes de clausura. Antiviolencia ya propuso el cierre temporal de El Sadar durante un mes, además de una multa de 50.000 euros para Osasuna, en junio del año pasado. ¿Por qué? Por “proporcionar entradas en la zona visitante a algunos miembros de Indar Gorri para asistir al encuentro entre el Valladolid y Osasuna” -el último de la pasada temporada- y recordando que varios de estos hinchas “han sido condenados, entre otros delitos, por pertenencia a grupo criminal” y que en marzo de 2018 “Osasuna ya fue propuesto para sanción muy grave de 100.000 euros al permitir que el grupo Indar Gorri accediera a un entrenamiento a puerta cerrada con pancartas, bengalas y material pirotécnico”.

Diciembre de 2018: 200.000 euros y un mes de cierre. La anterior propuesta de clausura temporal de El Sadar por parte de Antiviolencia data de diciembre del pasado año. En aquella ocasión fue de un mes de duración y acompañada de una multa de 200.000 euros para Osasuna por “mantener como socios a algunos miembros del grupo Indar Gorri que han sido condenados penalmente por diversos delitos; hacer caso omiso a las indicaciones del coordinador de seguridad en relación con las medidas a adoptar con dichos individuos y permitir, a alguno de ellos, la entrada en diversos encuentros de la presente temporada; y, por último, no cumplir con las obligaciones para el correcto mantenimiento del Libro de Registro de Actividades de Seguidores”.

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Años sin ejecutar ninguna de las multas propuestas

Desde Osasuna quisieron destacar ayer que durante los tres últimos años el club no ha tenido que pagar ninguna de las multas propuestas por Antiviolencia, ni tampoco cumplir ninguna de las proposiciones de cierre temporal del estadio, incluidas las dos arriba reseñadas. No obstante, desde la entidad rojilla incluyeron la salvedad de la multa de 65.000 euros derivada de la propuesta de multa de Antiviolencia por la caída de la valla durante el partido contra el Betis correspondiente a la última jornada de Liga de Primera División de la temporada 2013/2014 y que ha tenido que abonar recientemente.