Osasuna no pudo llevarse la victoria de Santo Domingo en un partido complicado, como todos los años que a los rojillos les ha tocado rendir visita al Alcorcón, en el que los locales tuvieron sus ocasiones durante el partido, aunque los visitantes pudieron llevarse el triunfo en los minutos finales. Pese a que el conjunto navarro perdió ayer la opción de sellar hoy su ascenso directo de forma matemática, el punto es bueno; y el descanso de la semana que viene -a Osasuna le toca sumar los tres puntos de Reus-, agradecido. El ascenso ya llegará.

Osasuna se jugaba mucho y era normal que se notasen ciertos nervios entre los once rojillos, especialmente al inicio, como así fue. Pero lo cierto es que los pupilos de Jagoba Arrasate se hicieron con el control del partido a partir del primer cuarto de hora y borraron cualquier ocasión local de peligro, excepto una en la que, con dos jugadores visitantes en el suelo, Juan Muñoz no pudo lanzar a portería por la oposición de David García.

El mayor problema es que en la otra portería tampoco es que Osasuna generase peligro. Sí que tenía el balón más tiempo en campo del Alcorcón que en el propio, pero solo un centro de Nacho Vidal al que no llegó Brandon por centímetros puso el “uy” en la grada, que fue más roja que amarilla. Los socios del Alcorcón, con su equipo ya salvado, no asistieron en un importante porcentaje, pero tampoco liberaron entradas, algo de lo que seguro que unos cuantos rojillos se habrían alegrado. Para ser un “todo vendido”, los huecos eran más que visibles en un Santo Domingo donde el millar de rojillos presentes se hizo sentir.

En cambio, en la segunda parte, tanto Silvestre como Boateng se hicieron con el centro del campo, y así comenzaron los problemas para Osasuna. No agobios, pero sí complicaciones. Incluso propociadas por los rojillos, como el regalo de Aridane que tuvo que solucionar David García o un centro lateral que despejó Clerc in extremis.

Osasuna se vio totalmente desarbolado por los locales, muy sueltos sin presión. Tanto que Jagoba decidió meter a Oier a ver si podía frenar la sangría por el centro del campo. Pese a todo, Roberto Torres pudo marcar casi al final, aunque no acertó. Pese a todo, un punto en Alcorcón no es un mal botín para Osasuna, pero lo malo es que perdió para el próximo partido, el domingo 19 de mayo en Cádiz, a Barja por sanción y a Unai García por lesión. Lo de ascender, ya llegará. Tarde o temprano, pero llegará.