sasuna comenzó su periodo de reclusión en Tajonar y se alejó de aficionados curiosos, periodistas habituales y todo aquel visitante que cayera por Tajonar sin tener acreditada su presencia en el interior de las instalaciones porque las instalaciones han quedado bajo llave. Desde ayer, todos los que quieran entrar en las instalaciones del club deben tener acreditación y eso atañe a 220 personas. Como el primer equipo es el asunto principal de preocupación y primer objetivo del aislamiento ante el coronavirus COVID-19, hay acreditaciones especiales que corresponden al primer equipo, 50 entre futbolistas, técnicos, servicios médicos, prensa y personas que deben mantener una relación diaria con el grupo.

La primera plantilla de Osasuna tiene su zona VIP porque, en esta reorganización de Tajonar para combatir el contagio, los jugadores de Arrasate están apartados en una estancia específica, con un vestuario y otras dependencias sin contacto con otros equipos. El filial, Osasuna Promesas, el conjunto que se ejercita a la misma hora que los profesionales, también se entrenará en otro campo para acceder a unos vestuarios distintos.

La división de espacios diferentes para cada equipo también se produce para los turnos en que comparten instalaciones los equipos femenino, de División de Honor y fútbol base -que ha suspendido los entrenamientos esta semana-.

Los empleados de Osasuna deben comunicar al jefe de los servicios médicos del club, Andrés Fernández, cualquier incidencia susceptible de poder estar relacionada con el coronavirus para obrar en consecuencia.

Ayer, los futbolistas vivieron esta primera jornada de confinamiento con naturalidad ya que, como día de estreno en esta coyuntura, no fue más que otra jornada de esos días de entrenamiento a puerta cerrada.

De puertas para fuera, hubo más cambios. Los miembros de la seguridad del club impedían la entrada a los que no enseñaban el pase expedido por el club y los que entraban acreditados, quedaban anotados en el registro. Por eso, algún paquete que llegaba a Tajonar quedó retenido en la puerta ya que eran empleados del club los que se encargaban de llevarlo adentro. También hubo algún aficionado que quiso pasar como si tal cosa y fue informado que no había posibilidad de aproximarse a los jugadores. Por eso, alguno muy animado decidió hacer grupo en la loma de los periodistas para seguir la sesión desde arriba, desde muy lejos. El paciente aficionado siguió el entrenamiento desde casi no se ve. Cosas del confinamiento, de la clausura obligada.

220 acreditaciones. Solo entran en las instalaciones de Tajonar las personas acreditadas. Los servicios de seguridad registran todos los datos a la entrada del recinto.

El primer equipo, aislado. La primera plantilla tiene una zona exclusiva en las instalaciones a la que solo acceden los miembros del primer equipo y personas vinculadas a él, alrededor de 50 personas. Todos los jugadores están acreditados. Todos los equipos tienen asignados espacios propios.

Cada uno, en su casa. Por el momento, los desayunos y las comidas de esta semana -en un par de ocasiones se comía en Tajonar- han quedado suspendidos y los jugadores lo hacen en su domicilio.