Empezaba fatal el partido para Osasuna con gol de Rodrigo a los dos minutos de juego, cuando los jugadores de ambos equipos apenas habían comenzado a sudar. Los valencianistas celebraban el tanto, pero con el balón ya en el centro del campo el árbitro esperó más de dos minutos a que el VAR dictara sentencia. Había fuera de juego, y los navarros respiraban.

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Apenas 9 minutos después, el videoarbitraje volvía a echar humo. Gonzalo Guedes se marchaba de hasta cuatro futbolistas rojillos y la rompía en la meta de Rubén. Una genial jugada individual que había arrancado pasado el centro del campo. Tras varios regates y pese a caer al suelo, el portugués recuperaba el equilibrio y anotaba. En esta ocasión el VAR no fue favorable a los intereses rojillos y no vio mano en la caída del extremo.