En un párrafo

os gustaría creer que ayer, o esta misma mañana, alguien de LaLiga ha llamado por teléfono al presidente del Getafe, le ha leído la cartilla y le ha dicho que esto no puede seguir así, que el fútbol español vive -vía televisiva- del público nacional y de medio mundo, y ni a uno ni al otro le agrada ese espectáculo de juego agresivo-intimidatorio-violento que su equipo nos brinda en cada partido. Y aún menos cuando ese entusiasmo defensivo se acaba traduciendo -de tanto ir el cántaro a la fuente- en la grave lesión de un futbolista rival. Y que ha llegado el momento de no pasarles ya ni una, y también de leerles la cartilla a los árbitros para que no teman mostrar una docena de tarjetas al mismo equipo si se lo merece tanto como este Getafe. Y que si, pese a ello, Bordalás insiste en su táctica de que todo adversario que se acerca se tiene que llevar siempre un recadito, está de más en esta Liga. Y si LaLiga no ha llamado, ya está tardando.