Osasuna, que en ocho jornadas de las veintidós disputadas ha visto cómo se le han escapado puntos en los quince minutos finales, ayer obtuvo su recompensa. El gol de Budimir llegó con una pizca de suerte, pues el remate del croata se estrelló en el palo y fue el rechace el que, tras golpear en el delantero rojillo, introdujo el balón en la portería a cuatro minutos del final del partido. Una pizca de suerte, que en las ocho jornadas mencionadas le ha privado al cuadro rojillo de sumar ocho puntos. “La suerte es algo que se busca”, señaló Arrasate al término del encuentro, en alusión a una estadística poco favorable al cuadro rojillo en la presente temporada.