Sergio Herrera (Miranda de Ebro, 1993) llegó a las categorías inferiores del Deportivo Alavés en la edad de cadete y fue subiendo escalones hasta alcanzar el filial, que en aquella época jugaba en Tercera División. Ese mismo año (2012), el Glorioso, que afrontaba su cuarta temporada en Segunda B, se enfrentó en la Copa del Rey al Barcelona y, tras caer por 0-3 en el partido de ida, tuvo que viajar a la Ciudad Condal con una convocatoria protagonizada por dos porteros canteranos debido a las lesiones de los guardametas del primer equipo Urtzi Iturrioz y Miguel Martínez. Aquel día, en el Camp Nou, Sergio Herrera debutó como babazorro y, aunque el equipo perdió y él recibió tres goles, seguro que aún no ha olvidado esa noche. No obstante, su paso por el conjunto gasteiztarra no tuvo mucho más recorrido y, tras una temporada cedido en el Laudio, firmó por el Amorebieta. Más tarde el Huesca le dio la oportunidad de llegar al fútbol profesional, y, tras una notable campaña con la escuadra oscense, llegó a la que hoy es su casa: Iruñea. Como rojillo, el burgalés logró ascender a la máxima categoría y ahora es titular en Primera División, pero para ello tuvo que superar una grave lesión de rodilla que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante 214 días en su primera temporada con Osasuna.

Osasuna ha mejorado considerablemente sus resultados desde que comenzó 2021, ¿cuáles han sido las claves para revertir la racha negativa con la que terminaron el pasado año?

Los propios resultados son los que te dan esa confianza necesaria para salir adelante. Dos buenos partidos, como los que tuvimos frente a Granada y Eibar, nos dieron ese empujón necesario para recuperar la soltura en el césped y la capacidad para competir en las siguientes jornadas.

¿Qué importancia tuvo para la plantilla la confianza, a pesar de los malos resultados, que la directiva depositó en Arrasate?

Hemos tenido claro en todo momento quién es el capitán de este barco y nunca hemos dudado ni de él, ni de su cuerpo técnico. La confianza por parte de la directiva nos ha dado la tranquilidad necesaria para que el trabajo del día a día sea mejor.

¿Qué valoración hace de la temporada del equipo hasta el momento?

Tuvimos un gran inicio con el que sacamos buenos resultados ante rivales muy difíciles y las sensaciones fueron excelentes. Sin embargo, las bajas nos hicieron mucho daño y nos metimos en una dinámica negativa que nos costó sacar adelante. Ahora estamos en una situación más cómoda, hemos logrado ese aire respecto al descenso que tanto necesitábamos y, además, estamos recuperando a jugadores importantes para la plantilla.

¿Y de la suya en particular?

Estoy contento, la verdad. En lo personal es otro año en Primera División, a dónde tanto me ha costado llegar, y la oportunidad de jugar como titular me está dando esa experiencia que me faltaba en la máxima categoría.

Después de 12 titularidades al comienzo de la temporada, ¿cómo asimiló la suplencia frente a Villarreal, Elche y Alavés?

Esto es fútbol. Cuando los partidos no se sacan adelante y el equipo está en una mala dinámica, el entrenador toma la decisión de cambiar algo y en ese caso optó por cambiarme a mí. En situaciones así hay que ser profesional, demostrar en cada entrenamiento que estás con el equipo y trabajar día a día mientras esperas que llegue una nueva oportunidad.

¿Cómo afronta Osasuna al derbi frente al Alavés?

Es cierto que el lunes nos enfrentamos a un rival muy duro y que no pudimos sacar un resultado positivo, pero creo que la dinámica del equipo es muy buena. Sabemos de la importancia que tiene el partido de mañana para los dos equipos y vamos a tener que estar al cien por cien para sacar algo de Mendizorroza.

En referencia a su pasado albiazul, ¿qué le llevó a dejar el Deportivo Alavés?

La secretaría técnica no me ofreció lo que yo necesitaba en ese momento y por eso decidí no continuar y marcharme al Amorebieta. Mi primera intención era seguir vinculado al club, pero ellos querían que jugase en el filial y yo necesitaba otra cesión como la del Laudio. No hubo acuerdo y opté por no renovar.

Aunque no llegó a mantenerse en el primer equipo, estuvo muchos años en el club albiazul, ¿qué importancia tuvo su paso por Vitoria para convertirse en el futbolista que es hoy en día?

Mi paso por el Alavés lo fue todo. Llegué siendo un chaval y, gracias al trabajo con personas como Jon Zabala, Tito Subero o Javi Barbero, salí como un hombre. Viví cosas muy bonitas durante mis 7 años como albiazul y, por ello, tengo la espinita clavada de no haber podido jugar en Mendizorroza con la camiseta del Glorioso.

¿Y qué recuerda de su debut en el Camp Nou?

Fue una carambola. Se tuvieron que lesionar los dos porteros del primer equipo para que mi compañero Sergio y yo entrásemos en la convocatoria. En esa época era un chaval de 18 años que solo había jugado en campos de Tercera División y lo recuerdo como una experiencia espectacular que no olvidaré.

Aquel debut y su etapa actual definen muy bien la cara bonita del fútbol, pero usted también ha vivido la cara opuesta, ¿qué repercusión tuvo para usted la grave lesión de rodilla que sufrió en la temporada 2017-18 ?

Son piedras que te pone el fútbol en el camino para salir adelante y mejorar. En ese momento estaba en una clara línea ascendente y la rotura lo paró todo, pero creo que me sirvió para aprender y darme cuenta de ciertas cosas que tenía que mejorar. A día de hoy, creo que la lesión me ha hecho ser más fuerte, mejorar físicamente y convertirme en un mucho mejor portero.

Una vez recuperado, ¿cómo se afronta el miedo a una posible recaída?

Es el máximo de tus temores ?y más si es de larga duración?. Siempre piensas en no recaer, pero es algo mental que pasa a un segundo plano cuando ya llevas un tiempo entrenando y jugando partidos. Ahora mismo, al menos para mí, es una vivencia con la que animar a los compañeros que tienen que pasar el mismo mal trago.

El fútbol sin afición, ¿es fútbol?

Siempre que hay un balón es fútbol, pero sí es muy diferente. Sobre todo para los equipos que, como Alavés y Osasuna, tienen aficiones geniales que ayudan a sacar los partidos adelante. Es algo que nos está pasando factura y estamos deseando que todo vuelva a la normalidad.

¿Se ve defendiendo la portería rojilla a medio-largo plazo o le gustaría cambiar de aires en el futuro?

Esta temporada tuve la opción de seguir sin renovar, pero les dejé claro a mis agentes que quería jugar en Osasuna. Soy muy feliz, estoy muy a gusto y espero continuar, como mínimo, hasta 2023.

¿Cómo ve al Deportivo Alavés esta temporada?

Tiene una grandísima plantilla con jugadores con mucha experiencia. Es cierto que ahora está en una mala racha, pero así funciona esto. También pasaron por una buena dinámica, al igual que nosotros, a principio de temporada. Creo que ambos equipos tenemos claro cuál es el objetivo y espero que podamos conseguirlo con holgura.

Finalmente, ¿qué tipo de partido espera mañana?

Será similar al que tuvimos en El Sadar. Somos dos equipos a los que les gusta arriesgar poco con balón, defender juntos y que haya pocas ocasiones. Creo que va a ser una dura batalla por las necesidades de ambos y quien se adelante en el marcadortendrá muchas opciones de llevarse la victoria.