Osasuna afronta desde este lunes una nueva semana en la que cambiará de hoja en el calendario. Abril es, para los intereses deportivos de los rojillos, un mes crucial, pues de los cinco encuentros que están señalados, tres de ellos son contra rivales directos en la lucha por la permanencia en Primera División.

Y es que, a pesar de disponer de una considerable renta de ventaja sobre el descenso, traducida en siete puntos, las últimas sensaciones que ha dejado el cuadro entrenado por Jagoba Arrasate dejan mucho que desear, a pesar de que los enfrentamientos fueron ante rivales directos como son el Valladolid y el Huesca. Dos partidos de los que se pueden extraer dos lecturas. Por un lado, el juego del equipo, que no solamente ha perdido esencia sino que también se ha visto lastrado con el gol, ya que los rojillos acumulan 283 minutos en Liga sin ver portería.

La segunda lectura la hizo Arrasate al acabar el encuentro en El Alcoraz que Osasuna, después de atravesar el bache de trece jornadas sin ganar, que la temporada estaba siendo “complicada” y que había situaciones en la que había que hacer “lo que se debe y no lo que se quiere”. En otras palabras, mejor sumar un punto en vez de poder perderlo ante rivales que luchan por el mismo objetivo que la entidad navarra.

Por ello, los resultados en terceros encuentros han favorecido a los rojillos, que con 30 puntos afrontan las últimas diez jornadas de Liga. Una decena de partidos que se van complicando con el paso de las fechas. Osasuna podría dejar los deberes hechos antes de entrar en el mes de mayo. Después de esta jornada de descanso por el correspondiente parón de selecciones, la primera plantilla rojilla abordará desde mañana la preparación del duelo ante el Getafe en El Sadar, previsto para este sábado (18.30 horas) en El Sadar, el primer duelo contra un rival directo.

Tras firmar dos temporadas de ensueño, Bordalás vive su campaña más complicada desde que llegó al banquillo azulón. El técnico es más noticia por toda aquella cuestión ajena a los resultados deportivos y la entidad que preside Ángel Torres marcha un punto por debajo de los rojillos. Entonces, Osasuna viajará a La Cerámica para medirse al Villarreal antes de afrontar otro parón. El fin de semana del 17-18 de abril LaLiga se detiene por la celebración de la final de Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic en la Cartuja.

Tres días después de la final copera, los rojillos recibirán en El Sadar al Valencia -ahora tres puntos por encima- en el segundo de los duelos contra rivales directos. Será este el regreso de Javi Gracia a Pamplona desde que no pudiera salvar al equipo del descenso en la temporada 2014/2015. Los rojillos cerrarán la semana en Vigo visitando Balaídos para medirse al Celta.

De esta manera, el cuadro rojillo cerrará el mes de abril recibiendo al Elche en El Sadar, en el tercero de los cinco encuentros ante un rival directo. De los tres encuentros destacados, los pupilos de Arrasate no tienen el golavreage favorable con ninguno de ellos. Ante el Getafe, Osasuna cayó por la mínima (1-0) en el Coliseum en la segunda jornada del campeonato, mientras que contra Valencia y Elche los rojillos no pasaron del empate. En Mestalla el encuentro finalizó 1-1, mientras que 2-2 fue el resultado que reflejó el Martínez Valero.

Unos encuentros, los del mes de abril, que se antojan trascendentales para no tener que depender de terceros partidos en las últimas cinco jornadas de la competición. En ese último tramo, Osasuna visitará Valdebebas y San Mamés para medirse al Real Madrid y al Athletic; recibirá al Cádiz antes de visitar el Wanda para medirse al Atlético y finalizará LaLiga recibiendo a la Real Sociedad. Es por ello por lo que Osasuna no debe salirse del camino y, por qué no, llegar a mayo con la tarea hecha.