Osasuna despide mañana la temporada en El Sadar recibiendo a la Real Sociedad en un encuentro exigente (18.00). El conjunto guipuzcoano necesita una victoria para no depender de otros resultados para clasificarse para la próxima edición de la Liga Europa. Las carambolas se acaban para los de Imanol Alguacil sumando los tres puntos y esa es la mayor dificultad que se va a encontrar el equipo de Arrasate: un rival supermotivado por un premio deportivo evidente.

En el caso de Osasuna, los rojillos se juegan mejorar la clasificación liguera que, al final del campeonato, supone disfrutar de un mayor o menor premio económico en función del puesto final.

Para el encuentro de mañana, Arrasate tiene la baja de última hora del Chimy Ávila, con problemas en un pie tras el entrenamiento del jueves. El técnico rojillo solo cuenta con dos delanteros específicos para conformar la alineación, Budimir y Enric Gallego, pero dispone de otros futbolistas con perfil ofensivo para que desarrollen esas misiones.

El partido de mañana ante la Real supondrá también la despedida de los jugadores que no continuarán la próxima campaña. Osasuna anunció ayer que el portero Rubén Martínez y el delantero Adrián no seguirán el siguiente curso. El club ya tiene fichados a dos jugadores, al delantero Kike García (Eibar) y al lateral derecho Jesús Areso (Athletic).