Oier Sanjurjo, Roberto Torres, Unai García y David García se han convertido por derecho propio en la vieja guardia de Osasuna. ¿Por qué? Porque, además de ser navarros, de haberse formado en Tajonar y de haber sido los portadores del brazalete de capitán durante la pasada temporada, pueden presumir de haber disfrutado en primera persona de los últimos éxitos rojillos, aunque también de haber padecido algunos de los peores momentos deportivos del club.

Por empezar por el lado más amable de la historia, han pasado poco más de cinco años del penúltimo ascenso de Osasuna, por ahora el último de los tres milagros de Enrique Martín Monreal como entrenador del conjunto navarro. Los rojillos subieron a Primera hace un lustro en la promoción, a la que accedieron in extremis en la última jornada de la Liga merced a una goleada propia en Oviedo (0-5) y a que les favorecieron los resultados de otros dos partidos (la victoria por 0-1 en Ponferrada del Girona, que marcó en el minuto 86, y la derrota por 6-2 del Zaragoza en el campo del Llagostera).

Lo que ocurrió después ya forma parte de la historia del club, porque Osasuna, sexto en la clasificación, ganó a continuación los cuatro partidos del play off (3-1 y 2-3 al Nàstic de Tarragona y 2-1 y 0-1 al Girona), algo que ningún otro equipo ha conseguido hasta la fecha, para regresar a la máxima categoría, hito en el que participaron activamente Oier Sanjurjo, Roberto Torres, Unai García y David García, los cuatro único jugadores de aquella plantilla que en la actualidad continúan en el club. Todo ello con permiso del portero Juan Pérez, que por aquel entonces tenía solo 19 años y se sentó un par de veces en el banquillo durante un emocionante curso, pero que no llegó a disponer de minutos de juego con el primer equipo esa temporada.

Los cuatro repitieron ascenso hace un par de años y también han sido parte importante de las dos permanencias consecutivas que acaba de firmar el conjunto navarro. Tres éxitos con Jagoba Arrasate en el banquillo y después de superar diferentes vicisitudes, como las del ejercicio pasado, cuando el equipo llegó a ser colista y encadenó una racha de 13 jornadas ligueras peleado con la victoria.

Pero no solo de alegrías viven los futbolistas y a Oier, Torres y los García también les ha tocado lidiar con la parte amarga del deporte, como el último descenso, el de la temporada 2015-2016, un ejercicio en el que a Osasuna le salió todo al revés después de su tan histórico como tardío ascenso y por cuyo banquillo desfilaron hasta tres entrenadores: Enrique Martín Monreal, Joaquín Caparrós y Petar Vasiljevic, que a mitad de temporada pasó de director deportivo a técnico del primer equipo en busca de una reacción que nunca se produjo.

También compartieron los cuatro la agónica salvación de Sabadell de hace ya seis años, aunque aquello fue una pesadilla con final feliz gracias a un postrero gol de Javi Flaño en el descuento y al otro que un poco antes marcó David García, uno de los miembros de la vieja guardia de Osasuna junto a Oier, Torres y Unai.