Osasuna contrajo méritos suficientes para haber firmado una victoria amplia ante el Celta, pero el conflicto que mantiene con el gol en este inicio de temporada le privó del triunfo. El equipo de Arrasate fue mejor que su rival, volvió a hacer muchas cosas bien, rondó la portería con más tino que en el debut, pero en esta ocasión el meta visitante, el argentino Dituro, rebajó las expectativas a efectos de cobrar la presa en forma de goles. En el colmo de la mala suerte, incluso falló un penalti, que volvió a desviar el cancerbero rival, ayer imán para los balones de los rojillos.

GMv2|pTipoComp=fotos&pIdGaleria=612490bdd5f085000a57f701|GMv2

Ver Galería

Osasuna volvió a quedarse sin un triunfo en su segundo partido seguido en casa y vuelve a notar el vacío de la insatisfacción porque el camino está bien emprendido, la dirección es la correcta, pero falta el empujón final, el salto definitivo. Frente al Celta, la puesta en acción fue magnífica, inimaginable por el ritmo para un inicio de campeonato, pero la victoria se volvió a resistir a pesar de que se aumentaron las prestaciones de cara a la meta contraria. La vuelta de tuerca a la situación, de todos modos, parece que gira en el sentido adecuado.

Hay que entender como una declaración de intenciones y muestra de confianza la presencia de Manu Sánchez en la alineación titular. El chaval llegó a Pamplona hace una semana y ya se presenta como el inquilino preferente del lateral zurdo. No es una cuestión de capricho porque el canterano del Atlético de Madrid tiene una hoja de servicios excelente como rojillo. El despliegue de Osasuna por la banda izquierda fue pura ambrosía en el primer tiempo. Sin olvidar que por el otro flanco, Kike Barja estaba organizando de las suyas, las andanzas de Rubén y Manu fueron una delicia. Hábiles con el balón, lo mismo con filigrana que contundencia, astutos para compartir la pelota en el momento apropiado y con una capacidad de generación de rutas para el ataque realmente apreciable, Osasuna tuvo en ellos dos un surtidor de fútbol muy interesante. Por ahí hubo centros que no encontraron remate adecuado, como en una ocasión Moncayola y en otra Nacho Vidal, y el propio Rubén García también dispuso de una gran oportunidad. Kike García también demostró que es un tipo al que le sobra la burocracia y lo mismo le robó la pelota a Barja para disparar -fuera-, como se armó el corpachón en el borde del área para soltar un zapatazo que rechazó el pétreo Dituro. Fueron, de todos modos, los dulces condimentos con los que Osasuna se cocinó una primera parte excelente, superior en ritmo, juego, ambición e ideas a un Celta que fue un invitado mareado en el tobogán de dominio de los locales. Solo faltaba marcar, poner la guinda, porque todo lo demás estaba sobre el césped en muchos momentos de fútbol vibrante y decidido.

El pastel se le puso en bandeja a Osasuna en una reanudación disparatada. El saque del centro del campo derivó en un pase larguísimo de Aridane a Kike García sobre el que se complicó la vida en una acción disparatada uno de los centrales. Primero dejó que el ariete pillara el carril por la pelota y después quiso deshacer el problema con un manotazo sobre la cara. El VAR tuvo que hilar fino para determinar que la acometida y caída fue en el área. Este penalti visto y no visto, a los pocos segundos de la reanudación, fue un regalo que no aprovechó Osasuna. Rubén García engañó al portero, que se tiró hacia el lado distinto al de su envío, pero su pierna derecha no se desvió lo suficiente de la trayectoria iniciada y fue capaz de repeler el balón con la puntera.

Al equipo de Arrasate no le sentó bien el fallo. No es que cediera en el mando, pero sí permitió un mayor equilibrio en la contienda, en la que el Celta se sentía cómodo con el balón, pero inofensivo siempre. La imparable banda izquierda de Osasuna también dejó de funcionar como en el primer tiempo y no fue la mejor noticia.

Arrasate operó con tino sobre su equipo con al inclusión de Chimy y Budimir para el último cuarto de hora y el Celta, cada vez más exigido en el tramo final, abrazó la resistencia pura y dura cuando se quedó con un hombre menos a falta de diez minutos. La organización de los cambios en tres tiempos le dejó con futbolistas en el banquillo, pero sin soporte reglamentario para relevar al lesionado Kevin.

Osasuna soñó con el empate con dos testarazos del Chimy en el tiempo suplementario que estuvieron cerca del gol. El argentino vuelve. Más cosas buenas para rescatar.

6

Dos cambios en el equipo titular y un delantero de inicio. Gran trabajo al que solo le ha faltado acierto.

5

Superado en el primer tiempo absolutamente, mejoró en la segunda parte. Con uno menos, se lo curró.

4

Demasiadas tarjetas para un partido sin problemas. Pitó un penalti a Osasuna y el Celta le reclamó otro. Polémico.

- Ficha técnica

0 - Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Aridane, David García, Manu Sánchez (Cote, m. 83); Moncayola, Torró, Darko (Javi Martínez, m. 83); Kike Barja (Roberto Torres, m. 65), Kike García (Budimir, m. 73), Rubén García (Chimy Ávila, 73).

0 - Celta: Matías Dituro; Kevin, Araujo, Domínguez (Aidoo Jr, m. 79), Javi Galán; Tapia; Brais Méndez (Solari, m. 70), Denis Suárez (Fran Beltrán, m. 70), Nolito (Cervi, m. 61); Iago Aspas, Santi Mina.

Árbitro: Alberola Rojas (Comité castellano-manchego), asistido por Sobrino Magán y Hernández Ramos. El colegiado castellano mostró amarilla Darko, Manu Sánchez, Oier y Roberto Torres por parte de Osasuna. A Tapia, Nolito, Kevin y Carlos Domínguez por parte del Celta.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de LaLiga Santander disputada en el estadio de El Sadar ante 7.700 aficionados.