No es discutible en estos momentos el poderío de Osasuna en el juego aéreo. Parte de la musculatura de este equipo tiene que ver con ese tono superior de los rojillos en cuanto el balón vuela hacia cualquier parte. Es llamativo, al margen de los números, el protagonismo de Aridane y David García sacando con la cabeza todo lo que se les aproxima, y también fue cuantificado en el curso anterior que el canterano rojillo era el jugador con más despejes de la Liga.

Ahora, con dos goles con la testa en cinco jornadas del campeonato, el central de Ibero es uno de los hombres destacados en el equipo y, también, uno de los centrales con luz propia en este inicio del torneo. David García -que ha ampliado su contrato hasta 2026- llegó al primer equipo de la mano de Jan Urban, en la campaña 2014-15, con 20 años, y en aquella temporada logró dos goles. Desde entonces, con un periodo de cesión en la Cultural Leonesa por una campaña -ahí anotó dos goles-, el zaguero suma un total de nueve dianas -diez si se cuenta otra en la promoción de ascenso con el Nástic en la 2015-16-.

En este curso, ya ha igualado sus mejores registros realizadores con estos dos vuelos sin fin concluidos en otros tantos goles frente al Cádiz (2-3) y el Alavés (0-2). Señalado a sus 27 años como heredero autorizado de una casta de centrales de aquí -los Cruchaga, Josetxo, Mateo y también Cuéllar-, David García se proyecta como un jugador llamado a superar algunas de las marcas realizadoras de aquellos. En Primera, Cruchaga estuvo una temporada en tres goles (2001-02) y dos cursos más en dos (2006-07 y 2007-08); dos años más estuvo en una diana (2001-02 y 2003-04). Y Mateo sumó una Liga en Primera dos goles (2000-01). Carlos Cuéllar anotó dos goles en dos campeonatos distintos (2005-06 y 2006-07), aunque histórico fue su tanto en este año en la previa de la Liga de Campeones ante el Hamburgo.

David García se ha colocado a la altura de estos nombres reputados de la generación anterior y está en condiciones de mejorar esos guarismos a nada que le acompañe su estado de forma, porque de su predisposición no hay dudas. El central rojillo marcó el sábado ante el Alavés, pero remató en varias ocasiones más en los córners de su equipo, en los que él domina la atmósfera del segundo palo con una autoridad llamativa.

La labor goleadora de los centrales siempre ha sido valorada porque es un múltiplo en las posibilidades del equipo. El reparto de zagueros con números de ariete es un club exclusivo. El central más goleador de la historia es Ronald Koeman (253 goles), pero no porque fuera un rematador consumado, sino porque lo suyo era el golpeo, desde donde fuera, que se traducía en dianas -la Copa de Europa con Cruyff vino de un proyectil suyo frente a la Sampdoria-. Su peor registro como jugador del Barcelona fue en la temporada 1994-95, cuando hizo 9 goles en Liga. En la campaña 1991-92 firmó sin embargo 16. El central en activo con más goles es Sergio Ramos que, por ejemplo, en la temporada 2019-20 anotó 13 goles en todas las competiciones. Los lanzamientos de penalti le ayudan en esas cifras.

El programa Carrusel Deportivo de la Cadena Ser aportó el sábado un dato por lo menos para la reflexión. “En 2021, ningún equipo de Primera ha hecho mayor porcentaje de goles de cabeza que Osasuna: 8 de 28, un 28%”, afirmaron. De cabeza, Osasuna es un peligro.

El protagonista. David García, 27 años, lleva nueve goles con el primer equipo en Liga.

Sus goles