Fortunato Aguirre, Osasuna, los amigos y el ciclismo
de julio 1926, el ciclista vizcaíno Remigio Loroño entra en vencedor en la Meta situada en Tudela. Es la primera edición del Circuito de la Ribera. El corredor villavés y gran escalador de Osasuna Jacinto Meca, como primer navarro, entra cuarto. Goi, en Diario de Navarra se pregunta cual es la razón del dominio vizcaíno en las carreras y se responde a sí mismo: la afición. Traducido: tiempo de entrenamiento. Asistimos al inicio del ciclismo en Navarra. Goi, con toda probabilidad el periodista Ángel Goicoechea, agradece a los organizadores: “Mis queridos y entrañables amigos Fortunato Aguirre, Maro Castilla y Nicolás Jalle por su recibimiento, atención y regalos recibidos”.
Fortunato dejaba atrás Pamplona, donde había participado en la fundación de Osasuna. Fue su tesorero en la temporada 1922-23, regresando a Estella, donde junto a otros amigos, fundaron el Izarra Beti Aurrera, club organizador de la prueba ciclista de Estella que anunciaba la nota del Diario para las próximas fechas, además de otras muchas actividades deportivas y culturales. Habían pasado más de diez años desde que colgó sus hábitos de Capuchino, fue maestro y profesor de francés en el Colegio Huarte de Iruña en 1913. Cambió la enseñanza y se dedicó al trabajo en el comercio hasta que instaló un taller mecánico en la localidad del Ega. En Pamplona, tomó contacto con el PNV y se convirtió en uno de sus dirigentes. Años después, durante la República, se convertiría en alcalde de la Ciudad de Estella, donde su labor se recuerda, fue un buen gestor y un alcalde muy querido. Proclamó el Estatuto Vasco en la asamblea de alcaldes de las provincias vascas y navarra y expedientado por ello.
Maro Castilla era periodista e impresor en la ciudad del Ebro. Participaba en las comisiones del Ayuntamiento como representante de su gremio. Y Nicolás Jalle era comercial. Ambos vinculados al deporte y al partido azañista Izquierda Republicana. Pioneros en los ámbitos del deporte y la política trataban de impulsar proyectos e iniciativas de progreso social y popular junto a otros muchos compañeros.
Diez años después, tras el golpe de 1936, los tres amigos chirrindularis tendrían un trágico final. Fortunato había tratado de detener el golpe y la guerra civil que le sucedería. Informó a gobernación en Madrid, pero no le hicieron caso, de haberlo hecho, tal vez se hubiera logrado, como decimos, detener el golpe y la guerra. Siendo un fiel servidor público republicano, tuvo conocimiento de las reuniones de los golpistas en Irache y sobre las armas que guardaban clandestinamente en Iranzu. Denunció los hechos y mandó a los guardias municipales de Estella para detener a Mola, al no hacerle caso las autoridades en Madrid. Lo que pasó, después ya se conoce.
La defensa de sus ideas republicanas de izquierdas de los tudelanos y nacionalistas y la lealtad republicana del estellés sirvió de excusa a los golpistas para detenerlos, junto a miles de navarros y navarras acusados de rojos a partir de aquel verano del 36.
Hoy hace 85 años que Fortunato fue asesinado junto al cementerio de Tajonar. Su familia recuperaría el cuerpo tres décadas después. El Jefe de los guardias de Estella, Clemente Ros y su compañero Federico Leza también fueron asesinados y sus cuerpos nunca aparecieron.
El ciclista de Osasuna Jacinto Meca sería detenido y posteriormente encarcelado. Maro Castilla, el periodista y director del diario Eco del Distrito de Tudela sería asesinado en Castejón el 28 de julio y Nicolás Jalle, en Fontellas el 12 de noviembre de 1936.
Todos ellos fueron pioneros en la lucha por la democracia y la libertad y es importante poner en valor también lo fueron en el inicio del fútbol y el ciclismo, deportes que hoy en día gozan de gran popularidad. Sin la participación de Fortunato, Nicolás, Maro o Jacinto, como la de Natalio Cayuela, sobre el que hemos preparado un libro de título “Y el tiempo se detuvo” y de tantos otros represaliados, no se hubiera dado el desarrollo del deporte popular en Navarra, siendo como fueron fundamentales en su fundación, tenemos por ello, una deuda con ellos.En representación del colectivo la Memoria de Osasuna.