- Osasuna puso fin el domingo a una racha de 10 jornadas ligueras sin conocer el triunfo merced a su victoria contra el Cádiz en El Sadar (2-0), la segunda de los rojillos en su feudo en lo que va de temporada. Pero, más allá del importante balón de oxígeno clasificatorio que reportan los tres puntos que conquistó el equipo de Jagoba Arrasate, el encuentro ante el conjunto gaditano sirvió para que el cuadro navarro recuperara parte de su esencia.

Si bien es cierto que Osasuna no cuajó una actuación sobresaliente (al menos en lo que a juego se refiere) y que el rival no opuso demasiada resistencia (el Cádiz solo remató en una ocasión entre palos), también lo es que los rojillos exhibieron otras virtudes que le permitieron hacerse con el triunfo.

Osasuna tuvo el domingo pegada y acierto, factores fundamentales para ganar, pero también una seguridad defensiva de la que había adolecido en sus últimos compromisos oficiales, incluida la debacle copera en Montilivi ante el Girona (1-0). La prueba es que marcó dos goles en un mismo partido (siempre que lo ha hecho en el presente ejercicio ha ganado o, en el peor de los casos, contra el Barcelona en El Sadar, ha puntuado) y dejó su portería a cero en Liga por séptima vez en las 20 jornadas de campeonato disputadas hasta la fecha.

Además, los rojillos demostraron una fe ciega en la victoria, personificada en Kike Barja y en la acción que supuso el tanto de la sentencia, obra del extremo de Noáin con la cara. En una jugada embarullada, el canterano persiguió el balón como si no hubiera mañana después de un remate de Budimir taponado por la defensa del Cádiz, llegó antes que nadie a la pelota y el rechace del portero a su remate le golpeó en el rostro para acabar haciendo de esta forma tan singular el segundo gol de la tarde. Una mezcla de fortuna e insistencia que sirvió para asegurar el triunfo de Osasuna y también para que Barja inaugurase su casillero de anotación en el presente ejercicio liguero.

Además, Osasuna se comportó ayer como un equipo inteligente y solidario. Porque hizo faltas tácticas en el momento adecuado y porque todos los jugadores que participaron en el partido (e incluso los que no lo hicieron) se dejaron todo sobre el césped. Mención especial en este sentido merece Kike García, que acabó la tarde con una asistencia de gol a Budimir, un clínic de movimientos ofensivos (y también defensivos) y la nariz rota. Pero al menos hubo final feliz: tres puntos antes del parón de este fin de semana y piña de jugadores, técnicos y afición.

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Con el del pasado domingo ante el Cádiz (2-0), ya son siete los partidos de Liga de la presente temporada en los que Osasuna no ha encajado, ya que se suma a los empates sin goles ante Espanyol y Celta en El Sadar y con Real Madrid y Levante a domicilio, así como a las victorias en Pamplona contra el Rayo Vallecano (1-0) y en Mendizorroza contra el Alavés (0-2).

25 puntos en 20 partidos. Osasuna estrenó la segunda vuelta liguera con una victoria que le permitió acabar la jornada 20 del campeonato con 25 puntos y en una cómoda 12ª posición.

Segunda victoria en casa. Osasuna logró ante el Cádiz (2-0) su segunda victoria como local en lo que va de temporada. En la primera vuelta sólo fue capaz de ganar al Rayo en El Sadar (1-0).

Cervera, en la cuerda floja. Aunque aún no es oficial, todo apunta a que el entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, será destituido hoy mismo. Suenan Sergio González y Manolo Jiménez.