Osasuna encajó ayer el primero de los cuatro goles que le endosó el Betis en Sevilla (4-1) en el minuto 34 de partido, pero el cuadro andaluz pudo adelantarse antes en el marcador, ya que en el 12 envió un balón al larguero y en el 13 pudos disponer de un penalti a su favor por un derribo de Sergio Herrera a Aitor Ruibal. Sin embargo, el árbitro del encuentro, Pizarro Gómez, no interpretó como falta la acción del portero del conjunto navarro, como tampoco lo hicieron en la sala VAR, con Medié Jiménez al mando de las operaciones. En la imagen, el portero se interesa por el estado de Ruibal mientras el árbitor se toda la oreja para escuchar lo que le dicen desde la sala de videoarbitraje.