El juicio por el caso que destapó el exgerente de Osasuna, Ángel Vizcay, y que supuso la primera condena en España por el delito de corrupción deportiva celebra ahora su última vista en el Tribunal Supremo. Ahí los magistrados están escuchando a todas las partes y el primero en tomar la palabra ha sido Jaime Zuza, abogado de Ángel Vizcay, que tiene la mayor condena de todos los acusados. Vizcay fue condenado a 8 años y 8 meses de cárcel y ha defendido en el Supremo que la sentencia de la Audiencia navarra es "arbitraria, irracional e ilógica".

En el recurso que ha sintetizado en el Supremo, la defensa de Vizcay dice que "del juicio se pudo extraer una conclusión muy clara de cuál fue el origen y el destino del dinero. Vizcay no se ha apropiado indebidamente de ninguna cantidad del Club Atlético Osasuna y ello quedó plenamente probado, igual que se probó el destino del dinero extraído del club", defiende el letrado de Vizcay.

El dinero para partidos y equipos en la 2012/13 y en la 2013/14

La representación del exgerente afirma que "en la temporada 2012/2013, el dinero se destinó a pagar a diversos equipos de fútbol para obtener resultados favorables para la situación de Osasuna en la clasificación de 1ª División y poder evitar el descenso a 2ª División. Ello quedó probado con multitud de declaraciones y no se aportó prueba en contrario que consiguiera desacreditar lo manifestado en todo momento por Vizcay". En este punto, alude a que "hubo gran número de testigos que aportaron datos que permiten inferir que lo dicho por éste es lo verdaderamente ocurrido, así, con respecto al destino de 150.000 € para el Valladolid por ganar su partido frente al Deportivo de la Coruña, aportó indicios de que eso era lo que había ocurrido, Carlos Suárez, presidente del Real Valladolid, que no tenía relación alguna con el Vizcay y, sin embargo, vino a confirmar la realidad de lo manifestado por éste".

Para recurrir su condena impuesta, Vizcay también se refiere a la cantidad de 150.000,00€ pagados al Betis por ganar su partido contra el Celta de Vigo del día 12 de mayo de 2013, en los que el principal investigador policial puso de manifiesto que tenía la convicción, utilizando sus palabras, que el acuerdo existió y el dinero llegó al Real Betis".

Y, por último, cita que los 400.000 € que iban destinados al Getafe por perder el partido que tenía que jugar en Pamplona el 11 de mayo de 2013. "Dicho dinero, efectivamente, no llegó al Getafe, pero sin que Vizcay tuviera intervención alguna en estos hechos", afirma ahora su abogado, que dice que fue Peralta quien se encargo de llevar dicha cantidad.

A juicio del exgerente, también "existe prueba del destino evidente del dinero en la temporada 2013/14. Llama la atención que el Tribunal entienda acreditado el destino de las cantidades para el Real Betis y, sin embargo, y con pruebas muy similares, no considere acreditado el pago al Espanyol. No podemos obviar la dificultad de la prueba de este tipo de pactos y acuerdos, son pactos que, como de todos es sabido, existen, pero de los que se procura no dejar rastro alguno. Pese a ello, se aportó prueba suficiente que acredita la veracidad de las manifestaciones de Vizcay con respecto a la cantidad de 250.000 € destinada al Espanyol y ninguna prueba aportaron las acusaciones para considerar que Vizcay se había apropiado de dicho dinero".

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Con respecto al delito continuado de apropiación indebida, en el recurso expuesto por su defensa, se lee que "no se ha aportado prueba alguna de que el Vizcay distrajera dichas cantidades de dinero, ni mucho menos que se distrajeran en su favor y que se incorporara a su patrimonio. Por parte de las acusaciones se intentó probar ello no resultando posible, quedando acreditado el origen de todo el patrimonio de Vizcay y su familia".

El exgerente de Osasuna también fue condenado por idear un contrato con una empresa ficticia como Flefield, en las Azores, para justificar por labores de scouting que nunca existieron la salida de dinero del club, así como un recibí confeccionado para unos inmobiliarios de Tarragona, amigos del directivo Txuma Peralta, en los que supuestamente Osasuna entregaba 900.000 euros por unos trabajos de urbanismo en El Sadar que nunca se produjeron. "Vizcay nunca intervino en estos hechos", manifiesta su defensa.