Pablo Gabriel García (Pando, Uruguay, 11/05/1977) fue uno de los 14 jugadores que disputaron la final de Copa del Rey de Osasuna en 2005. ‘El Canario’, clave en el doble pivote del técnico mexicano Javier Aguirre, disfrutó del fútbol en Pamplona, tierra que llegó a echar de menos cuando fichó por el Real Madrid después de tres temporadas defendiendo la elástica rojilla, entidad a la que se muestra agradecido por la oportunidad que le brindó en 2002 cuando llegó procedente del Venezia. El zurdo, que ahora se encuentra en Grecia entrenando al PAOK pero sigue la actualidad del club, no duda en hablar en plural a la hora de referirse a Osasuna, y asegura que, pese a que en el papel el Real Madrid puede partir como favorito, no deja de ser “una final y hay que pelearla y salir a ganar”. Para él, la clave del encuentro es “la fuerza del equipo”, una seña de identidad que ha perdurado a lo largo de sus 102 años de historia.
‘Osasuna en una final de Copa’. ¿Qué recuerdos le trae esta frase?
–Te hace recordar primero lo que vivimos nosotros cuando nos tocó llegar a la final, la alegría y la ilusión con la que lo hicimos y de tener la posibilidad de competir y de ganar. Pero también, la amargura de que no pudimos concretar, no pudimos ganar y no pudimos dar la alegría a toda la gente que siempre acompañó ni a nosotros mismos.
¿Cómo recuerda la expectación que hubo en las horas previas?
–Siempre recuerdo que había mucha ilusión, mucha euforia. Los familiares nos prepararon un vídeo, era un clima de festejo porque la final fueron las dos hinchadas y fue una fiesta del fútbol. Me acuerdo de ver mucho color rojo y mucho color verde. Esperemos que esta también lo sea, que la gente disfrute, y que le toque ganar a Osasuna.
¿Qué le pasaba por la cabeza a Pablo García cuando saltó al calentamiento?
–Te da una sensación de euforia. Te palpita el corazón. Quizás por eso entras con más ganas de correr, de jugar, de luchar, y te olvidas de lo que es la pelota. Te olvidas de jugar al fútbol, pero te motiva y te da fuerza. Tienes que saber manejarlo. El cuerpo técnico está haciendo un buen trabajo, pero tendrá que controlar esa euforia.
¿Es fácil para el jugador concentrarse en el partido?
–Es una final y el Real Madrid tiene un gran equipo y jugadores con experiencia que han jugado finales. Pero pienso que una final hay que tener la ilusión de que está 50-50 y hay que tener la ilusión de hacer un buen partido y de intentar ganar porque son 90 minutos más el tiempo extra y penales, que también cuenta. Es un partido de ganar o morir, por eso hay que manejar los momentos del partido, la estrategia, la pelota parada... todo cuenta.
“El osasunismo, por todo el trabajo que hemos hecho, se la merece más”
Ha pasado por los dos clubes, ¿en qué se diferencian sus aficiones?
–Creo que hemos visto partidos de Champions League en los que la afición en el Bernabéu aprieta mucho y ha dado la vuelta a resultados que tenían en contra. Eso tiene históricamente el Madrid, pero la gente de Pamplona empuja también. Siempre está apoyando al equipo y tiene un carácter fuerte también. En ese sentido, va a estar parejo, pero nosotros tenemos el extra de que no llegamos muchas veces a una final y eso puede ser un punto extra.
Con ese “nosotros” queda claro con qué equipo va Pablo García
–Sí, mira, al Madrid una Copa del Rey menos no le va a hacer daño, además tienen la Champions y ojalá la ganen, pero el osasunismo, por la afición, por todos estos años en los que hemos estado ahí detrás haciendo un buen trabajo, se la merece más. Sabemos que por merecer no sólo se gana, pero las ganas, la ilusión y el empuje también suma. Sería lindo que todos estos años lo decoraran con un triunfo.
Dijo Unai García en unas declaraciones que “la final de Copa es el día ‘D’ de nuestras carreras para nosotros” en referencia a futbolistas con carreras en equipos como Osasuna. ¿Opina igual?
–Sí. No es fácil llegar a una final de Copa o de lo que sea, y para todo jugador es importantísimo. Mira cuántos han pasado, cuesta llegar y por eso no sólo es disfrutarla, es querer vivirla y ganarla. Decimos que vamos a disfrutar, y es mejor no tratar de disfrutar tanto e ir a ganarla. Creo que el cuerpo técnico preparará el partido, pero esto es sólo una opinión de uno desde fuera.
Ahora que ha pasado tiempo, ¿qué fue lo que más le marcó de su paso por Osasuna?
–Osasuna fue el primer equipo que me dio la oportunidad de jugar al fútbol. Estuve en otros equipos antes, pero no tuve esa oportunidad de demostrar. Fue muy importante para mí el apoyo del vestuario, porque al jugador que viene de fuera le cuesta aclimatarse y en Osasuna te arropan, te ayudan y quieren que te sientas bien. Los primeros partidos recuerdo no haberlos jugado bien, pero siempre está detrás el apoyo de la gente y después disfruté mucho de jugar en El Sadar, con ese olor a hierba, con la afición empujando, y disfruté. Fue ahí donde más pude rendir, porque tuve ese apoyo.
Habla del apoyo de la gente, pero Pablo García fue también un jugador querido por cómo se entregaba. ¿Ha llegado a ser consciente de ello?
–Siempre, siempre te queda ese recuerdo lindo. En el momento no te das cuenta, pero con los años te lo van dando. He hablado con algunos colegas y alguno siempre recuerda de los amigos que deja y se acuerdan de si eras buen jugador. Me acuerdo yo también de la buena gente, me parece más importante quedarme con la persona. El carácter de uno siempre fue dar el máximo en todos los equipos en los que estuve, y soy un agradecido de haber estado en esos clubes.
Deja Osasuna y ficha precisamente por el Real Madrid. ¿Llegó a echar de menos algo de Pamplona?
–Sí, siempre se echa de menos. Todos los grupos, clubes, son distintos. Te encuentras una manera diferente de pensar, distinta manera de trabajar, siempre con otro carácter. Fue un cambio grande, no comparo si fue mejor o peor, porque siempre he sido de pueblo y siempre me han gustado las ciudades pequeña, pero como en la vida, que me gustan las cosas sencillas, pero era un club tan grande que me costó adaptarme a todo en todos los sentidos: al grupo, a la manera de entrenar, de jugar... porque en Osasuna jugábamos de una manera, en Madrid de otra. Allí no te esperan, en Osasuna tuve el apoyo de los compañeros, del entrenador y de la gente, y en Madrid si no juegas bien te va costando entrar luego. Pero siempre trato de sacar todo lo positivo de los lugares en los que he estado. Conoces otra gente, gente humilde también y eso es lo que te queda. Me acuerdo de Zidane, uno de los mejores jugadores del mundo, pero con una humildad terrible. Me costó, y cuando a uno le cuesta, recuerdas el pasado y lo feliz que era cuando jugaba en Osasuna, qué grupo teníamos y cómo disfrutaba jugando.
¿Ha seguido durante este tiempo la actualidad de Osasuna?
–Sí, coincido que aquí jugamos sábado y domingo y a veces tenemos que viajar y siempre aprovecho para mirar partidos de Osasuna.
¿Cómo ve al equipo?
–El equipo lo que no tiene es como éramos nosotros. Siempre, históricamente, Osasuna tenía algún jugador con un poco más de calidad, pero lo más fuerte siempre ha sido el equipo, el luchar hombro con hombro, el correr todos los que jugábamos, la afición conjunta con el equipo... eso ha sido siempre la fuerza de Osasuna. Ahora puede haber algún jugador con un poco más de calidad, como el marroquí (Abde) y en nuestro momento también teníamos a Moha. Pero lo principal es que hay que correr, trabajar y luchar.
Hablaba antes de la dificultad para Osasuna jugar una final, ¿qué valor tiene entonces para el club que lo vuelva a hacer?
–Me imagino que estarán contentos y felices. La gente a disfrutar, a que esté con el equipo, como siempre, y los jugadores y cuerpo técnico que lo aprovechen, que es sólo un partido, e históricamente se ha visto que a veces el equipo que es un poco inferior le gana al más grande, por lo que hay que jugar el partido.
Hablaba de la fuerza del grupo. Osasuna ha pasado por cuatro prórrogas para llegar a esta final. ¿Qué dice eso?
–Que no es fácil, que todos los equipos quieren llegar y jugar. Contra el Athletic también le costó y ahora tiene que aprovecharlo. Todo lo que sufrimos por estar en la final tiene que hacer que demos el esfuerzo máximo. Luego hay tres resultados.
¿Guarda relación con alguno de los jugadores que disputó aquella final?
–Con Patxi Puñal, no de seguido, pero hablamos. Con Cruchaga también, con Pedro del Villar, que era el fisio de Osasuna. Roberto, un gran aficionado de las Peñas de Osasuna. Siempre hay contactos. Con Fernando, dirigente, también hablo a veces, pero hace tiempo que no lo hago. Te quedas con las personas, que eso es lo más importante.
¿Dónde puede estar la clave en el partido?
–El Madrid tiene grandes jugadores, es difícil anularle a algún jugador. Tiene jugadores con experiencia, jugadores con calidad en mitad de la cancha como ahora Valverde, que es dinámico, Kroos, Benzema, que es un jugadorazo y puede hacer gol en cualquier momento, Rodrygo y Vinicius, que pueden hacer peligro en cualquier momento... No sé el plan de partido del equipo, pero está visto que si pones marca doble a Vinicius o a otro jugador, te va a faltar otro jugador para cubrir otra posición, porque son todos muy peligrosos. Hay que acordarse de que somos un equipo, de que esa es la fuerza de Osasuna, de estar las líneas juntas y tratar de hacer un buen partido. Puedes defender más atrás o más adelante, eso lo decidirá el técnico, pero tiene que trabajar todo el equipo. Y aprovechar la pelota parada, jugadas de estrategias y manejar los tiempos, porque todo sirve.
El hecho de que el Real Madrid tenga tres días después la semifinal de Liga de Campeones contra el Manchester City, ¿puede suponerle algún tipo de distracción?
–Son jugadores que están acostumbrados a jugar grandes partidos, tienen experiencia en ello, están ganando la Champions, algo impresionante, pero eso no significa que estén relajados, porque es una final y se juega por una copa. Puede ser que estén un mínimo confiados, y esa puede ser la ventaja de Osasuna, pero todo jugador tiene ese hambre de ganar. Luego se verá, ahora se pueden decir muchas cosas, pero todos los jugadores quieren ganar.
Para acabar, ¿se atreve con un pronóstico?
–Viéndolo desde fuera se sabe que el Madrid tiene un gran equipo. Decía que lo demuestra todos los años en Champions, pero es un partido único, y hay que saber ser inteligente y jugar. Quizás sea un poco favorito el Madrid, pero los partidos hay que jugarlos. Es una final y hay que pelearla y salir a ganar. No hay más cuento. Hay que jugarlo.