Como ya ocurriera en la histórica final de Copa que disputó el pasado 6 de mayo contra el Real Madrid en Sevilla, Osasuna está disputando ahora otro importante partido, aunque en esta ocasión en los despachos y contra un rival que se antoja todavía más fiero y temible, la UEFA. De hecho, el ente que preside el esloveno Aleksander Ceferin ha sido uno de los pocos que ha podido parar los pies al equipo de Florentino Pérez cuando el empresario quiso crear la Superliga.

La cuestión es que a Osasuna se le ha complicado su participación en la Liga Conferencia porque los inspectores de la UEFA le reprochan asuntos del pasado. Y para colmo de males, se ha enzarzado en una guerra con la Federación Española de Fútbol que no parece beneficiarle. Tal vez vuelva a perder, como ocurrió en la final de Copa, pero, al igual que hicieron entonces los jugadores sobre el verde, los rectores están defendiendo ahora el escudo con la misma vehemencia.