Osasuna logró reaccionar a tiempo para evitar la derrota en Cádiz y obtener un punto, un botín muy valioso en este proceso de reconstrucción anímico y clasificatorio en el que se encuentra el equipo, y que premia la inesperada y radical mejoría de los rojillos en la segunda mitad. El equipo de Arrasate no tuvo una actuación ni mucho menos regular en el Nuevo Mirandilla y, al contrario, completó una primera mitad muy discreta, superado en juego e intensidad por el conjunto local que incluso se puso por delante en el marcador con inusitada facilidad. No encajaba en la imagen secular de Osasuna la que se estaba ofreciendo en el primer acto, alejado de su combatividad obligatoria y sin guion que seguir. Que un contrincante, en este caso el Cádiz, expusiera más necesidad a cada pugna no es fácil de digerir para un equipo que hace su ímpetu y lucha una histórica seña de identidad.

Quizás porque a Osasuna se le revolvió todo en su interior, quizás porque hubo alguna charla en tono elevado tras el paso por los vestuarios, la reaparición de los jugadores rojillos en la reanudación sí encajó en el perfil del equipo. Hubo más criterio con la pelota, más interés por ser protagonista en el partido y mucho más espíritu. Osasuna creó un racimo de claras ocasiones para empatar y voltear el marcador antes de que Budimir lograra de penalti la igualada. Osasuna convertido en Osasuna fue mejor que el Cádiz y llevó el partido hacia su terreno. Siempre es una buena noticia que los valores ardan en el interior.

Los rojillos, sin embargo, se metieron en un terreno resbaladizo en los minutos finales cuando el empuje del Cádiz les creó demasiados problemas, la mayoría de ellos amasados en los propios errores –despejes impropios, concesiones inoportunas, alguna bajada de tensión–. Y engullidos por esa espiral, en el último minuto del tiempo añadido casi se vive el drama porque tras un centro final salió un remate impensable de Mbaye, el central reconvertido en delantero en una de esas acciones heroicas, y hubo parada vital de Sergio Herrera. Si no llega andar fino el meta, la historia del partido no llevaría loas, ni repercusiones anímicas positivas, ni un punto tampoco, que es lo que necesita el equipo por encima de todo, sumar.

Aunque al final se logró pintar una sonrisa, no fue un día fácil, más bien fue una tarde para digerir sensaciones encontradas, algo muy raro. De hecho, Osasuna no había entrado en el partido, aunque casi se llevaban veinte minutos ya de juego, cuando le dieron un severo golpe, le tiraron un jarro de fría realidad. Fue una jugada sin historia que delató falta de intensidad –eso se estaba viendo desde un rato antes– y también malas decisiones. Juan Cruz no defendió bien su coto en la izquierda, primero con un blando despeje de cabeza y después sin llegar a tapar el centro, y el servicio sobre el área fue cruzado con la testa a la red por Roger. Había mucho rojillo en el cuadrilátero final junto a Sergio Herrera, pero ninguno se cruzó ni en el camino de la pelota ni interfirió con el delantero local, que estaba solo en el barullo, pero con metros suficientes.

Cádiz - Osasuna: vídeo resumen y goles DIARIO DE NOTICIAS

A Osasuna no le sentó bien el gol, como no podía ser de otra manera tras muchos minutos horripilantes, y, arrinconado por el empuje del Cádiz, solo acertó a acercarse a la portería rival a diez minutos del final, cuando el Chimy Ávila apareció en el desierto que era el juego de ataque de Osasuna y largó un pepinazo que rozó en Fali para irse a córner. Con un fogonazo, de todos modos, había poco que hacer.

Hubo revisión de planes y también de actitudes en el vestuario porque Osasuna salió con otro talante tras el descanso. Más metido en la pelea, con sentido en el juego, Aimar Oroz, el único que había tenido un comportamiento interesante en la primera mitad, tuvo más compañeros para la causa. Iker Muñoz, relevo de Torró, le dio más criterio al juego, y otros como Rubén García y el propio Chimy dieron un interesante paso al frente. Rubén firmó un remate fantástico que Ledesma envió a córner y dos minutos más tarde el meta argentino desvió otro disparo de su compatriota de Osasuna en una acción colosal. En trece minutos, el equipo de Arrasate era otro y no iba a parar. A Moi Gómez se le metió de por medio un defensa en otra ocasión y pasado el minuto veinte el Chimy fue el único que reclamó que, tras su cabezazo, algo había pasado en el área. El penalti que se le pitó al Cádiz por la mano de Mbaye es uno de esos en los que hay que hilar muy fino, porque la rapidez de la acción lleva a la interpretación sin infracción en la jugada, pero es una de esas jugadas en las que hurgando en las tripas de la máquina sale algo. El VAR dictó la pena máxima. Budimir no falló desde los once metros y puso por fin algo de orden en un encuentro desarreglado para los suyos.

Hecho lo más difícil, a Osasuna le volvió a enredar el desarrollo del partido más por propias imprecisiones que por el empuje con ciencia del Cádiz, que lo hizo más por las bravas. El tramo final del encuentro fue el choque de dos equipos necesitados, necesitados de algún premio y, sobre todo, muy necesitados de no perder. Roger cruzó fuera por muy poco en los momentos de recuperación de los gaditanos y, ya en la plasmación máxima del fútbol desesperado, con todo el mundo metido en el área de Osasuna defendiendo una falta, Mbaye cabeceó en absoluta soledad para que Sergio Herrera no temblara en el duelo. Su intervención fue vital para la consecución del empate. Un punto con valor.

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Las puntuaciones de Osasuna: Herrera volvió a salvar DIARIO DE NOTICIAS

- Ficha técnica:

1 - Cádiz: Ledesma; Iza Carcelén, Fali, Momo, Javi Hernández (Lucas Pires, m.71); Álex Fernández, Rubén Alcaraz; Iván Alejo (Brian Ocampo, m.75), Darwin Machís (Sobrino, m.58); Roger y Chris Ramos (Maxi Gómez, m.75).

1 - Osasuna: Sergio Herrera; Areso, David García, Unai García, Cruz; Torró (Íker Muñoz, m.46), Oroz (Ibáñez, m.78), Moi Gómez (Moncayola, m.86); Ávila (Arnáiz, m.91), Rubén García (Nacho Vidal, m.91) y Budimir.

Goles: 1-0, M.19: Roger. 1-1, M.70: Budimir, de penalti.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó con cartulinas amarillas a Unai García (m.9), Iván Alejo (m.69) y Juan Cruz (m. 87).

Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de LaLiga EASports con 18.356 espectadores en el estadio Nuevo Mirandilla.