Osasuna dijo adiós al año con mala cara y con una severa tiritona en el cuerpo que le llevó a ofrecer una pobre imagen ante el Mallorca y caer con estruendo. El equipo de Arrasate ha dejado en un chispazo momentáneo su victoria frente al Rayo Vallecano para volver al camino oscuro en Son Moix, en donde el conjunto se mostró poco reconocible y, sobre todo, muy débil, muy vulnerable, sin motor ni convicción para hincarle el diente el partido. El conjunto navarro volvió a estar vivo durante muchos minutos por la buena actuación de su portero, Sergio Herrera, pero en esta ocasión no fue suficiente para sostener el resultado, que fue creciendo y engordando ante una manifiesta debilidad de los hombres de Arrasate.

Los rojillos, que comenzaron el encuentro de la mejor manera posible, abriendo el marcado muy pronto gracias al oportunismo de Pablo Ibáñez, no fueron capaces de mantener mucho tiempo esa renta y, lo que es peor, de oponer resistencia a su rival que a base de empuje e interés, con un juego a balón parado contundente y un evidente mayor vigor, se llevó la victoria con absoluta comodidad, con insolente solvencia. Ni la renta mínima en el marcador por el gol en el tiempo de descuento de Raúl García –la mejor noticia es que el delantero se monte en su propia racha para ganar confianza y tome aire en su papel– sirve para maquillar el marcador final porque Osasuna siempre estuvo alejado de gobernar el encuentro y de adoptar las decisiones acertadas. El partido ante el Mallorca tenía mucho de refrendo y consolidación si se atinaba con el resultado, o de inclinación hacia la zona oscura si no salía. No cabe duda de que los rojillos se van al cambio de año con las nubes asomando por el horizonte en medio de un calendario de cuidado.

Antes de que el encuentro concluyera en la hecatombe, a Osasuna se le puso muy bien la noche porque a los siete minutos Pablo Ibáñez se aprovechó de un rechace del portero del Mallorca, Rajkovic, para marcar. La acción fue la conclusión de una falta lanzada por Arnaiz que no acertó el meta a controlar en toda su intención y que se convirtió en un balón envenenado para él y para sus defensas. Arnaiz está demostrando que tiene un punto desequilibrante y curioso cuando circula con acierto, aunque su malicia se muestra con cuentagotas, ya que fue participar en esta acción y casi desaparecer.

Pero este inicio feliz se lo desmontaron a Osasuna a los cinco minutos. A los rojillos le devolvieron el dardo a balón parado, en un córner que colado al meollo del área que nadie despejó y sí cabeceó con ímpetu Nastasic. Todo quedaba igual tras quince minutos, o casi. El Mallorca fue creciendo con el paso de los minutos y el equipo de Arrasate se fue haciendo pequeño. Tal mengua no fue asunto que fuera con Sergio Herrera, que desbarató un remate de Jaume Costa pasada la media hora y a dos minutos del descanso hizo otra parada salvadora esta vez ante un cabezazo de Antonio Sánchez desde muy cerca.

Lo mejor que podía hacer Osasuna era marcharse a los vestuarios con celeridad porque el partido se le había atragantado definitivamente y estaba siendo una calamidad. A Arrasate no le estaba saliendo su propuesta con la alineación –algunos jugadores habían salido premiados con la titularidad tras sus aportaciones desde el banquillo en la victoria ante el Rayo– y no estuvieron mal sus variantes tras el descanso. Iker Muñoz y Aimar Oroz relevaron a Lucas Torró y Moi Gómez, engullidos por el Mallorca en la primera mitad y sin presencia en el orden y concierto del equipo. Los cambios de jugadores deberían ofrecer si no un cambio de intenciones, que siempre se supone la búsqueda de la victoria, al menos un cambio de emociones y de prestaciones que mostrara lo primero. El plan salió torcido.

El Mallorca entró mucho mejor al campo después del paso por los vestuarios y demostró que lo suyo era el motor de la convicción, del estímulo, del deseo y de las ganas. Y ante eso, Osasuna fue un rival extremadamente débil. A los rojillos les desmontaron pasados los diez minutos de la reanudación con una jugada desde la banda izquierda que remató, eso sí a la primera, Dani Rodríguez. El centrocampista estaba solo en el balcón del área y su disparo fue más colocado que poderoso, pero suficiente para batir a un Sergio Herrera que ya nada podía hacer para detener la remontada. El Mallorca se había cobrado el gol de la victoria momentánea porque estaba demasiado tiempo rondando el área de Osasuna y, con semejante presencia, tampoco iba a tardar mucho en deshacer a un rival endeble.

El equipo de Arrasate se quedó muy tocado con el segundo gol y no ofreció ni un ápice de reacción. El colmo de su debilidad fue en el tercer tanto del Mallorca. Una falta en el pico del área fue botada con tino por Dani Rodríguez y rematada espléndidamente por Raíllo. Un cabezazo plástico del defensa que giró la testa para colocar en el fondo de la portería la pelota, que llegaba del lado contrario. Un remate perfecto, pero ejecutado en la más absoluta de las soledades, en otro severo fallo de marcaje.

El partido se le puso entonces muy peligroso a Osasuna porque de hacer aguas al naufragio va un momento y se trataba de no dejar que se abriese más la veta en el marcador. Sin hacer casi peligro, enmarañado en un fútbol de centros sin peligro, los rojillos mejoraron levemente en los minutos finales ante un Mallorca que nunca sufrió. El gol en el tiempo de descuento de Raúl García, tras un disparo del Chimy que acertó a desviar, no alivió las penas de Osasuna, que se lleva muchos deberes para las vacaciones.

- Ficha técnica:

3 - Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Gío González, Raillo, Nastasic, Jaume Costa (Copete, min. 79); Samu Costa, Manu Morlanes (Sergi Darder, min. 71), Dani Rodríguez (Javi Llabrés, min. 89), Antonio Sánchez (Amath, min. 89); Larin (Abdón Prats, min. 71).


2 - Osasuna: Sergio Herrera; Areso, David García, Juan Cruz, Rubén Peña, Torró (Oroz, min. 46), Moncayola (Kike Barja, min. 81), Moi Gómez (Iker Muñoz, min. 46), Arnáiz (Chimy Ávila, min. 66), Ibáñez (Raúl García, min. 66) y Budimir.


Goles: 0-1, min. 6: Ibáñez; 1-1, min. 12: Nastasic; 2-1, min. 53: Dani Rodríguez; 3-1, min. 62: Raillo; 3-2, min. Raúl García.


Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Mostró tarjetas amarillas a Raillo (min. 27), Maffeo (min. 48), Jaume Costa (min. 79); Chimy Ávila (min. 95).


Incidencias: Partido correspondiente a las decimoctava jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Son Moix ante 14.198 espectadores. Los dos equipos posaron antes del encuentro con una pancarta con la leyenda "Ganátelo en el campo", como rechazo a la Superliga europea.


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