Los aficionados del Real Madrid vivieron este viernes una de sus tardes más especiales. Numerosos seguidores del equipo blanco, entre ellos muchos niños, se desplazaron hasta el aeropuerto de Noáin para dar la bienvenida a los pupilos de Carlo Ancelotti.

Aficionados del Madrid muestran pancartas para Vinicius y Rodrygo.

La afición merengue no se quiso perder la oportunidad de ver de cerca a sus ídolos, a pesar de que la espera fue más larga de lo previsto, ya que el avión de la expedición madridista aterrizó en Pamplona con más de un cuarto de hora de retraso sobre la hora anunciada.

Vinicus atiende a varios aficionados que esperaban la llegda del equipo este viernes en el aeropuerto de Noáin.

Unas 200 personas recibieron entre gritos, pancartas y mucha ilusión a los futbolistas, que esta tarde se enfrentarán a Osasuna en el Sadar, y los jugadores no dudaron en responder al cariño de sus aficionados de camino al autobús que los llevaría hasta el hotel.

Vinicius fue sin duda el más solicitado, especialmente entre los más pequeños. El brasileño se paró en varias ocasiones a firmar balones y camisetas y también se hizo alguna que otra foto con los presentes en el aeropuerto.

Otro de los que tampoco decepcionó a los seguidores del club fue Rodrygo, muy solícito con los madridistas, al igual que Camavinga, Carvajal, Nacho, Joselu, Rudiger, Kepa, Fede Valverde o Brahim que intentó atender a sus seguidores aunque al salir el último del avión tuvo que irse rápidamente al autobús.

EMOCIÓN INFANTIL

Los grandes protagonistas de la jornada fueron sin duda los niños. Las caras de emoción esperando a sus ídolos eran más que evidentes, aunque había un claro ganador para ellos por encima de todos los demás: Vinicius.

El brasileño no solo conseguía los halagos de los más pequeños, los adultos tampoco se quedaban atrás a la hora de nombrarlo como su favorito, pero no olvidaban destacar la gran ausencia de este viernes en Noáin, Bellingham, otro de los nombres más repetidos en las camisetas que podían verse a lo largo de las vallas que rodeaban la puerta de llegadas del aeropuerto, donde la Guardia Civil tuvo que pedir a los aficionados en más de una ocasión que se retirasen para poder volver a colocar las barreras en su lugar.

Además, a la hora de irse a casa todos lo tenían claro, no se conformaban con ver de cerca a su equipo una sola vez, por lo que muchos no dudaron en hacer las averiguaciones necesarias para volver esta tarde a despedir a los de Ancelotti, que volarán rumbo a Madrid apenas una hora después del final de un encuentro que empezará a las 16.15.