Octavo aniversario del penúltimo ascenso de Osasuna a Primera División

El séptimo ascenso a la máxima categoría de la historia de Osasuna (el octavo llevó la firma de Jagoba Arrasate y se produjo hace ya cinco años) lo selló el conjunto navarro un sábado 18 de junio de 2016 lejos de Pamplona. Lo hizo a lo grande, ganando en Montilivi por la mínima con un gol de Kenan Kodro a un Girona al que ya había derrotado en el partido de ida, disputado tres días antes en El Sadar (2-1), con el mismo anotador del choque de vuelta abriendo un marcador que niveló luego Kiko Olivas y que volvió a decantar del lado rojillo Maikel Mesa.

Lo celebró Osasuna en Girona y también de madrugada en Pamplona cuando la expedición rojilla arribó a la plaza del Castillo en autobús, una fiesta que dejó imágenes para el recuerdo, como la de un emocionado Luis Sabalza, presidente de Osasuna, abrazado a dos jugadores sobre el césped de Montilivi y a punto de perder sus gafas.

Osasuna subió hace ocho años a Primera División contra todo pronóstico, porque fue la temporada siguiente a la de la agónica permanencia en Segunda de Sabadell y porque Enrique Martín Monreal condujo a los rojillos hasta la máxima categoría clasificándose para la promoción en la última jornada de la fase regular y ganando después los cuatro partidos de las dos eliminatorias de ascenso, algo que ningún otro equipo ha podido igualar hasta la fecha. Osasuna se deshizo en semifinales de un Nàstic que por aquel entonces entrenaba Vicente Moreno, el elegido ahora para relevar a Jagoba Arrasate en el banquillo del conjunto navarro, y después a un Girona al que batió en Pamplona y en Montilivi, hace hoy ocho años, para un efímero regreso a Primera. Pero eso es otra historia.