El blindaje de Osasuna

Osasuna siguió preparando ayer sábado su retorno a la Liga, previsto para mañana lunes a partir de las 21.00 horas en Vallecas contra el Rayo, pero su técnico, Vicente Moreno, decidió hacerlo a puerta cerrada en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Tajonar.

Un clásico ya eso de entrenarse sin la presencia de público ni de periodistas (al margen de los que trabajan para el club) un par de días antes de un compromiso oficial. Lo que va a ser una novedad es lo que va a ocurrir hoy domingo, en vísperas del choque contra el cuadro del exrojillo Íñigo Pérez, ya que el preparador valenciano del conjunto navarro ha organizado otra sesión sin testigos, pero esta vez en El Sadar y tras la cual comparecerá en la sala de prensa del estadio. Es decir, un auténtico blindaje para no dar pistas a nadie sobre sus planes para el partido y para trabajar con el menor número de distracciones posible.

En cualquier caso, el club informó sobre el entrenamiento con una escueta nota en la que lo más llamativo, o preocupante, según se mire, fue que Ante Budimir se ejercitó al margen de sus compañeros por quinto día consecutivo. ¿El motivo? Las molestias musculares en el muslo derecho con las que regresó a Pamplona el pasado martes de la concentración con la selección absoluta de Croacia. A pesar de que el delantero de Osasuna sólo tuvo minutos en el segundo de los dos partidos que disputó el combinado balcánico (no jugó el primero en la derrota por 2-1 contra Portugal en Lisboa y dispuso de algo menos de media hora en la victoria por 1-0 contra Polonia en Osijek), lo cierto es que regresó con un problema físico que hasta la fecha le ha impedido trabajar junto al resto de sus compañeros y que pone en serio riesgo su participación en el choque de mañana lunes.

El que tampoco se ejercitó ayer sábado con el grupo fue Iker Benito, que no pudo terminar el entrenamiento del viernes por culpa de unas molestas musculares (se marchó al vestuario a mitad de la sesión con una leva cojera y echándose la mano a la parte posterior del muslo derecho en repetidas ocasiones) y que también tiene complicado llegar en condiciones al partido contra el Rayo Vallecano, duelo que seguro que se van a perder los lesionados Iker Muñoz y Kike Barja.

En definitiva, que Osasuna se ha blindado antes de retomar la competición liguera, un reinicio lejos de El Sadar, asignatura pendiente del equipo, goleado en su única salida del curso (perdió 4-0 en Girona), y de su técnico en Primera División.