La gloria en el fútbol dura hasta el pitido inicial del siguiente partido y Osasuna debe tener olvidado el encuentro con el Barcelona (4-2) y plantearse si está en condiciones de comenzar la ruta de la ambición en la temporada. Aunque queda mucha Liga, este es el proceso que sigue a este buen inicio de temporada gracias a un rendimiento en El Sadar impresionante que permite al equipo rojillo estar en la zona alta, a un paso de los grandes y codeándose con el grupo de los buenos. Vicente Moreno y sus jugadores se han puesto en esta interesante tesitura, en la de emprender sin tapujos una campaña esperanzada, con el foco hacia arriba. Además, ilusionarse en el fútbol siempre ha sido ley de cada jornada.
El difícil partido en Getafe se presenta como la primera gran oportunidad de apuntalar fuera lo que se hace en casa. No puede entenderse de otro modo el desafío que tiene Osasuna tras ser el verdugo del líder invicto de la Liga –el Barça–, mostrarse como un torbellino en esa cita y profundizar así en la solvencia en su estadio, cosa que se está convirtiendo en emblema del inicio de curso. Los rojillos tienen motivos y también el respaldo de los números como para subir un peldaño en su puesta en acción, es decir, alejarse de las dudas por el comienzo del nuevo proyecto y aprovecharse de esta ola, también alimentarla.
Vicente Moreno dibujó ante el Barcelona un equipo titular que con su rendimiento se ganó el derecho a repetir. Otra cosa es que el partido ante el Getafe tenga alguna peculiaridad para el entrenador –que así lo dijo– y requiera entonces alguna variación en el once. El técnico no ofreció pistas sobre la alineación –ya ha dejado claro que nunca trasmitirá más información de la cuenta– y, tras reconocer que nada tiene que ver jugar con el Barcelona o el Getafe en cuanto a su propuesta de fútbol, insistió en que el compromiso y la intensidad son innegociables, pero poco más. Osasuna recupera a Jon Moncayola, lesionado frente al Barça, que este viernes se incoporó a los entrenamientos con normalidad tras haber estado varios días haciendo rodaje por su cuenta. La actuación de Pablo Ibáñez frente al conjunto catalán pone muy cara la titularidad para cualquier otro futbolista que se quiera colocar como acompañante de Lucas Torró. Lógicamente, tampoco se vislumbran muchos cambios en la alineación que tumbó al Barça.
El Getafe ganó al Alavés en el Coliseum en su último partido (2-0) gracias a dos acciones a balón parado –un lanzamiento de falta y un penalti–, tuvo más presencia en las áreas porque disparó más veces, pero la posesión y el juego correspondieron al conjunto vitoriano. Es decir, fútbol contemplativo cuando conviene pero sin contemplaciones cerca del área. El equipo de Bordalás ha sufrido cambios, tiene futbolistas nuevos –Uche en el eje, Bertug en la delantera o Carles Pérez en una extremo– pero al mando de las operaciones sigue Luis Milla. El equipo necesita busca mejorar en el aspecto ofensivo donde el gol es un problema, con tan tolo cinco dianas en ocho jornadas. A Osasuna le iría muy bien lograr su primera victoria fuera.