El Betis se ejercitó este miércoles para preparar el partido del próximo sábado ante Osasuna en Pamplona sin la presencia en el césped del ex osasunista Chimy Ávila y pendiente del estado físico del argentino Giovani Lo Celso después de que se quedara fuera del partido de su selección ante Bolivia. Ha sido el seleccionador de Argentina, Lionel Scaloni, el que desveló tras la goleada Bolivia (6-0) del problema físico en un entrenamiento por el que dejó fuera a Lo Celso, que será reconocido a su llegada a Sevilla para dilucidar el alcance de esta dolencia por la que el técnico argentino prefirió no arriesgar pensando en el jugador y en el club.
Junto a esta incógnita añadida para el duelo de Pamplona, en la sesión que este miércoles ha dirigido el chileno Manuel Pellegrini no se ha visto sobre el césped, en los minutos abiertos a los medios, al argentino Chimy Ávila, aunque será el técnico el que informe en su momento de su disponibilidad para el que sería su regreso a El Sadar.
A estos nombres, se unen otros que no se han ejercitado sobre el césped en esta semana como el centrocampista Marc Roca y el lateral franco senegalés Youssouf Sabaly, quien lo hizo el lunes tras superar una lesión muscular aunque no lo ha hecho ni martes ni miércoles.
En contrapartida, sí se ha vuelto a ejercitar con aparente normalidad el central brasileño Natan de Souza, quien ha sumado una nueva sesión con el grupo y evidenciar que acelera su puesta a punto de la lesión en el semimembranoso que se produjo en la última jornada liguera ante el Sevilla.
Siguen ausentes, además de Lo Celso, el portugués Rui Silva, el suizo Ricardo Rodríguez y el extremo marroquí Ez Abde, quienes se irán incorporando una vez terminen los compromisos con sus respectivas selecciones; y los lesionados de larga duración, Isco Alarcón y el portugués William Carvalho
EL CHIMY, TRAS SU SENDA
Chimy Ávila se marchó al Betis en el mercado de invierno de la temporada pasada y la transacción por la salida del futbolista argentino, según los datos que facilitó Osasuna entonces, fue de cuatro millones de euros que podrían llegar a 4,7 en función de algunas variables. En la operación, el club amplió en un diez el 65 % que tenía sobre el delantero Raúl García de Haro, porcentaje valorado en un millón de euros. Osasuna también acordó con el jugador la renuncia a una parte de su salario pendiente de cobro para alcanzar los 6 millones de euros que exigía para poder cerrar el traspaso. El club rojillo se reserva además el 20% de los derechos del delantero en el caso de una eventual venta por parte del Betis. El Chimy firmó hasta 2027.
Esos fueron los datos fríos del carpetazo a la historia como rojillo del Chimy. El atacante argentino, que ofreció grandes jornadas a Osasuna y que conectó plenamente con la grada en sus momentos de mayor popularidad, se marchó tras haber disputado 123 encuentros como osasunista en todas las competiciones, firmando un total de 29 goles. En su discurrir por aquí también se coló en su historia dos graves lesiones en cada una de sus rodillas –la temida rotura del ligamento cruzado de la articulación–, que le obligó a estar parado muchos meses. El retorno tras el calvario de las lesiones reivindica la capacidad de sacrificio del argentino que, pese a su gran restablecimiento, lucha para volver a ser el mismo.
El Chimy Ávila, 30 años, fue una petición expresa –dicen las informaciones de entonces– de Manuel Pellegrini, el técnico del Betis, que vio en el delantero el elemento desequilibrante que necesitaba para su vanguardia, además de valorar también su capacidad de adaptación para jugar en cualquiera de las bandas. El Betis fue el equipo que más se movió en el mercado de invierno porque además del Chimy contrató a Fornals –6 millones y 4 en variables para el West Ham– y Bakambu –Galatasaray–. Tampoco Osasuna se mostró especialmente esquivo a la marcha del atacante, aunque tuvo que moverse con firmeza en la negociación para llegar a una operación beneficiosa. “Si el Chimy siguiese aquí, en julio valdría menos dinero, a nivel mental ya no estaba aquí”, resumió Braulio, el director deportivo de de Osasuna, algunos momentos que se vivieron para su marcha.
El Chimy jugó el pasado curso seis encuentros –anotó un gol–, aunque una lesión muscular condicionó su participación en los últimos meses, y esta temporada pugna por reverdecer los viejos laureles que le elevaron a la condición de insustituible en el Huesca y en la mayor parte de su etapa en Osasuna. Por el momento, ha participado en nueve encuentros, siete de Liga y dos de la Liga Conferencia, y ha anotado un gol –ha sido titular en dos partidos de Liga y en los dos de Europa–. A pesar de que puede considerarse un hombre en el grupo de habituales, el Chimy no acaba de asentarse entre los principales y, al contrario, ya es señalado como uno de los futbolistas a los que se quiere buscar salida en el próximo invierno. Los medios de comunicación andaluces hablan incluso de propuestas del fútbol mexicano –los Rayados– y de Turquía. El Chimy, mientras, quiere volver a la senda de su fútbol rompedor. l
LOS DATOS
El protagonista. Chimy Ávila nació el 6 de febrero de 1994 (30 años). Llegó a Osasuna procedente del Huesca en 2019. En el mes de febrero, fue fichado por el Betis –ha firmado hasta 2027– en una operación cifrada en seis millones de euros.
123 partidos con Osasuna
El Chimy superó los cien partidos como rojillo, aunque su presencia en las alineaciones estuvo mediatizada por las dos graves lesiones en sus rodillas. En total, marcó 29 goles en todas las competiciones.