El reto de Pablo Ibáñez
El canterano, cuyo contrato expira a final de curso y con una renovación totalmente estancada, aspira este domingo a encadenar cuatro titularidades por segunda vez desde su aterrizaje en el primer equipo de Osasuna
Pablo Ibáñez Lumbreras(26 años, Mutilva, 20/9/1998) aspira este domingo en el Reale Arena a encadenar cuatro titularidades en Liga por segunda vez desde su aterrizaje, hace ya dos temporadas y lo que va de la actual, en el primer equipo de Osasuna. Tras participar saliendo desde el banquillo en todos los partidos, menos en el de la jornada inaugural, hasta la jornada 7, el centrocampista navarro fue el elegido por Vicente Moreno para cubrir la vacante que dejó por lesión Jon Moncayola en los duelos de las jornadas 8 y 9 contra Barcelona (4-2 en El Sadar) y Getafe (1-1 en el Coliseum) y, ya con el futbolista de Garínoain recuperado, el entrenador volvió a apostar de salida en la 10 por Ibáñez en el choque del sábado de la pasada semana contra el Betis en Pamplona (1-2).
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De mantenerse la secuencia, es decir, de continuar Pablo Ibáñez en el once inicial de Osasuna en la visita del conjunto navarro a la Rea Sociedad del domingo a las 21.00 horas, el canterano rojillo, al que el club descartó en 2016 y repescó para el Promesas en 2020, igualará su mejor serie en Liga, que se produjo justo después del gol que marcó en San Mamés el 4 de mayo de 2023 y que clasificó a Osasuna para la segunda final de Copa de su historia. Tras anotar ese icónico gol contra el Athletic, Jagoba Arrasate, entrenador rojillo por aquel entonces, introdujo a Pablo Ibáñez en la formación de salida del conjunto navarro en sus cuatro siguientes compromisos ligueros: contra el Elche en El Sadar (2-1, jornada 28), contra el Rayo en Vallecas (2-1, jornada 29), contra el Betis en Pamplona (3-2, jornada 30) y contra el Cádiz a domicilio (0-1, jornada 31).
Que Pablo Ibáñez cuenta para Vicente Moreno es un hecho, pues, atendiendo al reparto de minutos en lo que va de temporada, se ha convertido en el jugador número 12, empatado con Jorge Herrando. Ambos acumulan 366 minutos, aunque los del centrocampista repartidos entre nueve de los 10 partidos de Liga que ha disputado Osasuna hasta la fecha, mientras que los del central están concentrados en cinco.
Elogios de Vicente Moreno
El excelente rendimiento que está ofreciendo Pablo Ibáñez, similar al de campañas anteriores aunque ahora con algo más de protagonismo y regularidad, se ha traducido en un buen puñado de elogios. El más llamativo, de su entrenador, un Vicente Moreno que, en la víspera del último partido, contra el Betis en El Sadar (1-2), aseguró sobre el futbolista: “Le veo muy tranquilo y además estamos encantados con él. Es un jugador que nos está dando muchísimo. Ha partido muchos más partidos desde el banquillo que desde el inicio, pero nos ha aportado tranto desde una posición como desde la otra y eso no es fácil”.
Añadió el técnico en esa misma rueda de prensa que, “por mí, encantado de que siga aquí muchos años”, afirmación más fácil de decir que de conseguir, pues el contrato de Pablo Ibáñez con Osasuna expira a finales de esta temporada y las posturas entre la agencia que representa al futbolista desde el curso pasado, la de Félix Taínta, y el club están muy alejadas en lo que se refiere a una negociación estancada desde hace meses.
Negociación estancada
Cuando Pablo Ibáñez firmó en marzo de 2022 su última renovación por Osasuna, hasta junio de 2024 y con una cláusula de rescisión de 25 millones de euros, no habían pasado ni 14 meses de su regreso al club después de una abrupta salida, en edad juvenil, que le obligó a buscarse las habichuelas en clubes modestos como el San Juan y la Mutilvera. Por aquel entonces todavía era futbolista del Promesas y firmó un contrato que se ampliaría automáticamente en el supuesto de que en las dos siguientes temporadas participara en 20 partidos de Liga del primer equipo, siempre y cuando acumulara al menos 45 minutos de juego, hito que el futbolista cumplió el pasado 20 de abril en Vallecas.
Sin embargo, antes de que se produjera la renovación automática de Pablo Ibáñez, el futbolista y su agencia de representación ya habían desoído una oferta de renovación hasta 2026 que desveló el director deportivo del club, Braulio Vázquez, en septiembre del año pasado. La cuestión es que desde entonces no ha vuelto a haber contactos y ambas partes han deslizado mensajes, unos destacando el rechazo de la oferta y otros reprochando que la propuesta económica no estaba a la altura de la categoría que ha demostrado el jugador cuando ha dispuesto de minutos de juego.
“Pablo está jugando muy bien y ojalá esté con nosotros varios años, pero tenemos también unos límites económicos que al final no da para todo, es decir, para tener a Budimir, Aimar, Moncayola…”, dijo Braulio en una entrevista reciente en Radio Marca Navarra con el periodista Iñaki Ciordia. En cualquier caso, mientras el club ya se ha puesto a trabajar para atar a Jesús Areso (con contrato hasta 2026) e Iker Muñoz (acaba en 2027), como adelantó este periódico a principios del mes de septiembre, a Pablo Ibáñez, con otro reto por delante, le toca esperar.