Rubén García habló este lunes de su experiencia como voluntario en las labores de desescombro y limpieza en varias localidades afectadas por la DANA en la Comunidad Valenciana. El futbolista, en declaraciones a Radio Osasuna, en el espacio El Saque de Kosner, explicó que sentía la necesidad de estar con sus amigos y allegados afectados por el drama y que las sensaciones de agradecimiento por un lado y tristeza por otro fueron las que más hondo le tocaron. “Mi cuerpo me decía que no tenía que estar en Pamplona y, si no ayudando en las zonas que estaban afectadas, apoyando a mi familia, a mis amigos, a mis padres”, explicó el futbolista de Xátiva.
“Para que se entienda, podía haber sido mi pueblo perfectamente el afectado y que yo hubiese tenido esa catástrofe en casa. Entonces, me sentía con esa necesidad de ayudar y de apoyar. Al final son zonas que conozco, en las que he ido cuando jugaba en la selección valenciana, en las que tengo amigos allí, tenía conocidos. Le pedí permiso al club para ver si podía bajar más que nada porque había partido de Copa –luego se aplazó–, yo venía recientemente de una pequeña lesión... Sabía de la dificultad, pero es que no estaba bien de ánimo”.
“Obviamente, si alguien lo podía entender era el míster”, continuó, “y no tuvo ninguna duda en decirme que hiciese lo que considerase conveniente y que si tenía que estar allí, adelante”, añadió sobre las facilidades de Vicente Moreno, otro de los afectados en primera persona.
“No sabes lo que te puedes encontrar y una vez que estás allá, al margen de que ves mucho barro, había caos, desorganización en las zonas que eran los puntos de encuentro”, continuó con el relato de su experiencia. “Solo con llevar el material ya sientes que ayudas, pero lo que más me llamó la atención en las zonas afectadas, más allá del caos, es la sensación de soledad, de estar con mucha incertidumbre, de no haber sabido qué hacer. Yo llegué el domingo, pero de la gente que te protege y te da seguridad había poca. De los militares, de los otros cuerpos, había pocas personas de ellos. Es la sensación que más me dio, de desamparo, que la gente que no se había visto protegida, o con una simple ayuda. Necesitaban seguridad. Había mucha gente que ayudaba, pero es gente como tú o yo, que había ido alló a echar una mano, pero querían ver la respuesta de la gente que les protege. Noté que la gente tenía sensación de miedo, ayudándose entre todos, pero con sensación de miedo”.
Rubén García termina reconociendo que los días de trabajo en la zona de la DANA le dejaron un poso reconfortante. “Esos tres o cuatro días de trabajo lo agradecí mucho”. El centrocampista no se ha visto sorprendido por la respuesta ante la tragedia desde Osasuna y desde Navarra. “Obviamente, por el tiempo que llevó aquí, no me sorprende tanto por la predisposición del club a todo tipo de causas, pero se lo agradezco. Agradecemos mucho que se pongan en nuestro lugar”, responde sobre la iniciativa de Osasuna con los brazaletes especiales en el Bernabéu y la de la reconstrucción de la localidad del entrenador. “Massanassa es uno de los más afectados, la mitad del pueblo está destrozado, como otros como Catarroja y Paiporta, muy afectados. Muchos clubes han ayudado, la solidaridad ha llegado. Reconforta que tu club y tu entorno intenta ayudar a todo eso”.