Osasuna: Villarreal, el final y el principio
La última visita del conjunto castellonense a Pamplona coincidió con el cambio de ciclo en el banquillo rojillo; llegó el final de la era Arrasate y comenzó la de Vicente Moreno
La última visita del Villarreal a El Sadar estuvo marcada por el cambio de ciclo en el banquillo de Osasuna. El pasado 25 de mayo, Jagoba Arrasate ponía el cierre a seis años maravillosos al frente del conjunto rojillo, un equipo al que cogió en Segunda División y no solamente lo devolvió a Primera División sino que, además de codearse con los más grandes, le permitió disfrutar de nuevo de una final de Copa del Rey –y su consiguiente participación en la Supercopa de España– y de un nuevo, aunque corto, periplo por Europa.
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Se abría entonces un abanico de opciones para ocupar el banquillo rojillo, que finalmente cayó en manos de Vicente Moreno. Sabedor del lugar al que aterrizaba, el preparador de Massanassa se deshizo en elogios de su predecesor y no hizo más que agradecer la oportunidad de poder empezar un trabajo con el equipo prácticamente hecho. Así, Moreno, ayudado por Pendín,Pastor y Alturo, su cuerpo técnico, comenzó a trabajar y a sentar unas bases en unos jugadores que no ocultaban las ganas de querer demostrar bajo la dirección del nuevo inquilino de El Sadar, que, a estas alturas, se puede decir que ha caído de pie en su nuevo equipo.
Pese a comenzar algo dubitativo el equipo la liga con el empate ante el Leganés, recién ascendido, lo cierto es que, enfilando la recta final de la primera parte de la competición, los números no pueden ser mejores para un Osasuna que se encuentra en quinta posición con 21 puntos, tres menos que el Villarreal –que tiene un partido pendiente por jugar– y dejando grandes actuaciones como la firmada ante el Barcelona en la victoria por 4-2 en El Sadar o el triunfo a domicilio en el Reale Arena ante la RealSociedad.
De conseguir ganar al conjunto castellonense este domingo (14.00 horas), Vicente Moreno habría logrado con Osasuna vencer en 7 de sus 14 encuentros ligueros, encadenaría por segunda vez una segunda victoria consecutiva en casa –sumaría el sexto triunfo en ocho partidos en casa– e igualaría la puntuación de su rival, que ocupa la última plaza de Liga de Campeones. Todo palabras mayores.