"Quiero tener la sensación cada jornada de ser una parte importante del equipo"Oskar Montero
Kike Barja llegó a Osasunacon 8 años y ha subido todos los peldaños. Quizás porque conoce el club reclama que ha llegado el momento de dar un paso al frente y demostrar ambición, aprovechar el momento.
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Es tiempo de balance en el final de año y, aunque fue titular y capitán del equipo en el último encuentro, 2024 no tendrá buenos recuerdos para usted.
Creo que, seguramente, ha sido uno de los años más difíciles de mi carrera porque al final, cuando tienes una lesión de larga duración, eso no ayuda. Pero bueno, también venía de jugar un poquito lo justo y cuando juego, me lesiono. Sí ha sido un año complicado, pero si algo puede decir ahora es que estoy donde quería. Me he recupera de la lesión bien y empiezo a tener minutos otra vez, me encuentro bien. Me encuentro bien, que era lo más importante, y he podido meter la cabeza en los partidos. Puedo decir que acabo el año como imaginaba o como me hubiera gustado acabarlo y ha sido así. En este sentido, estoy contento del proceso.
Dice que atravesaba malos momentos cuando se lesionó, pero ¿qué sintió entonces?
La jugada fue una tontería. Fue un cambio de dirección, tampoco súper agresivo ni mucho menos. Cuando te pasa, al momento ya lo sabes. Es verdad que intenté seguir jugando porque con la adrenalina del partido crees que igual no es para tanto, pero yo sabía desde el primer momento que algo era, aunque siempre te quieres imaginar que no es lo que fue. Atravesaba ese momento de que no te sale nada bien y, en ese instante, sentí que estaba en un momento como de resetear y que esa lesión fue ya la gota que colmó el vaso. A partir de ahí, creo que todo ha ido otra vez evolucionando bien. Me he recuperado de la lesión, vuelvo a jugar, vuelvo a sentirme bien. Es verdad que venía de unas malas sensaciones en lo futbolístico, de no encontrar minutos ni mi mejor versión y pienso que fue un cúmulo de muchas cosas que terminó con esa lesión. Pero a partir de ahí, creo que he vuelto un poco a resurgir, por así decirlo.
Anímicamente cómo lo ha llevado porque ha sido su segunda lesión grave y, además, ha coincidido en un momento de transición con el cambio de entrenador.
En ese sentido creo que he sido capaz de asimilarlo y, seguramente, haberlo vivido una vez también te hace tener esa experiencia de saber que te vas a poder recuperar bien. Pero es verdad que estas dos lesiones que he tenido a lo largo de una carrera pues te frenan. Mi primera lesión la tuve justo después de ascender a Primera División, que era entonces un jugador muy joven, que venía de hacer un buen año en Segunda, de participar y de ser importante y podía jugar en Primera, y en esa primera temporada en Primera prácticamente no juego nada porque se junta mi lesión de cruzado con la covid y con alguna otra cosa más. Las lesiones evidentemente en una carrera no ayudan, pero de si algo estoy contento también es que siendo dos lesiones tan importantes, he sido capaz de darle la vuelta y de volver a un buen nivel y, sobre todo, a pesar de ellas, poder rendir que es lo más importante.
¿Qué objetivos se plantea?
Sobre todo, un poco sentirme realizado, participar, ser importante en el equipo o sentir que que puedes ayudar en cualquier momento. Al final yo creo que cualquier jugador lo que quiere es jugar y demostrar que tiene nivel para estar y ayudar a sus compañeros y, en ese sentido, yo ya no pienso tanto en números o en estadísticas por así decir, sino en sensaciones. Y yo quiero tener la sensación de cada domingo, cada jornada, ser una parte importante del equipo, de poder jugar, poder ayudar y sentirme bien dentro de un campo de fútbol. Eso hará todo lo demás.
Todo eso dentro de un objetivo colectivo que en Osasuna es la permanencia, ¿pero sólo la permanencia?
Evidentemente el objetivo siempre es la permanencia, pero bueno, creo que estamos ante una oportunidad de ser un poquito más ambiciosos y querer más. La realidad es que si a lo largo de una primera vuelta estamos ahí cerca de esos puestos de competición europea, yo creo que tenemos que ser ambiciosos y agarrarnos a esa oportunidad e intentar sumar más. Creo que tenemos que dejar de ser pequeños, siempre históricamente hemos sido pequeños, y estamos en una oportunidad de que vamos creciendo y estamos cerca de esos puestos. Creo que hay que agarrar estas oportunidades. No sabemos dentro de cinco años si podremos pelear por Europa, hoy en día podemos porque estamos demostrando que estamos ahí, cerca de la zona alta. Me gustaría que el equipo, ya en la segunda parte de la temporada pasada lo demostró, tenga esa ambición y esa competitividad de querer agarrarse a estar ahí arriba.
¿Cómo ha sido el cambio de entrenador para el equipo? ¿Distinto para usted que estaba lesionado entonces?
El cambio era una situación difícil porque porque vienes de una etapa importante con Jagoba, con todo lo que ha dado y con todo lo que ha conseguido aquí, pero yo creo que Vicente (Moreno) ha demostrado desde el primer minuto que es un entrenador con muchas capacidades, que es capaz de venir a un sitio que estaba acostumbrado a una cosa a añadir sus ingredientes, y se ha visto que hemos hecho uno de los mejores arranques de la historia de Osasuna, que estamos en una zona buena de la clasificación. Creo que ha demostrado que es capaz de hacer grandes cosas con sus equipos. En lo personal, pues evidentemente el que no te conozca tanto, a lo mejor igual no es tan fácil para él encontrar el momento de meterte en el equipo cuando te recuperas, y más aún cuando el equipo ha estado funcionando. Yo siento que él ya me ha dado oportunidades en los partidos -la última titularidad-, en los entrenamientos ya me ve mejor. Creo que estoy un poco haciéndole ver que estoy preparado para cuando me necesite.
Barja posa para la entrevista.
Al margen de que esfuerzo y compromiso se exigen en todos los equipos, ¿ha cambiado mucho el concepto de juego con Vicente Moreno,?
Al final, cada entrenador tiene sus ideas, sus ingredientes, sus conceptos diferentes y dentro de que los dos, tanto Jagoba como Vicente no han dejado de lado que históricamente Osasuna es un equipo agresivo, competitivo, que sobre todo en casa empuja mucho, aprieta bien tras perdida, aprieta arriba y hace ocasiones, luego cada uno tiene sus ingredientes y yo creo que se está viendo. Creo que por ejemplo, en cuanto a la salida de balón, Vicente Moreno nos da ciertos mecanismos que no teníamos antes o la estrategia, por ejemplo. Somos un equipo que en esa faceta somos de los que mejor la trabajan en Liga. Al final, lo más importante es que Osasuna siga siendo el equipo que a la gente le represente y creo que en ese sentido, más allá de unas ideas u otras, lo ha sido capaz de hacer Vicente.
Supongo que al margen de las exigencias nuevas por el cambio de entrenador, lo que busca usted en Osasuna es un asentamiento, una continuidad.
Cualquier jugador para sacar su mejor versión necesita continuidad. Eso es una realidad, es muy difícil como jugador que puedas salir 10 minutos un día, no jugar otro, volver a salir 10 minutos... Es verdad que puede darse que en un partido se puede ser capaz de hacer ese chispazo que resuelva un partido, o que al equipo le sumes en ese tiempo, pero es verdad que a largo plazo la continuidad es lo que le da al jugador sacar su mejor nivel y yo creo que a lo largo de estas temporadas en mí se ha visto. Por ejemplo, la campaña pasada antes de la lesión, no estaba teniendo esa continuidad de la que hablo y se me veía que no estaba bien o que no era capaz de dar lo que soy capaz de ofrecer. Sin embargo, si nos vamos dos temporadas atrás, cuando tuve esa continuidad, el año que llegamos a la final de Copa, que nos metimos en Europa, creo que ahí se vio una muy buena versión mía. Entonces, evidentemente, yo quiero tener continuidad como cualquier jugador. Y pienso que a partir de ahí se verá, o se puede ver, el nivel que creo que puedo dar. Es verdad que hay veces que las lesiones te frenan en esa búsqueda. También he tenido momentos de estar bien y no tener continuidad. Yo quiero quiero encontrar esa regularidad y esa continuidad, está claro.
¿Mantiene aún la vitola de jugador diferente porque no hay futbolistas que abunden de juego por las bandas y desborde?
Dentro de nuestra plantilla tenemos a Bryan que puede ser el jugador más diferencial y más diferente y al final su nivel lo está demostrando, ahí está en la selección o en el Bayern de Múnich, pero también es verdad que yo puedo ser el jugador más parecido a lo mejor a él, pero como lo puede ser en un momento también Iker Benito o Jose Arnaiz, que pueden jugar por ahí también. Pero los extremos somos por naturaleza irregulares, y en un partido en el que te salen las cosas puedes ser el mejor y determinante, y en otros encuentros en los que no te salen las cosas, pues la gente puede pensar que no estás tan bien, pero nosotros vivimos con esa realidad y es nuestra naturaleza. Yo creo que desde mi forma de jugar, desde esa agresividad para intentar encarar, para centrar, para buscar a mis compañeros en el área, para asistir, creo que ahí puedo dar eso al equipo.
¿Los extremos son cada vez menos habituales en el fútbol?
Pienso que va por rachas y según momentos. Yo creo que ha habido unas temporadas en las que se echaban en falta un poco ese tipo de extremo. Creo que se está empezando a recuperar un poquito, ahora veo también en Segunda División ciertos equipos y jugadores que juegan de extremos como muy puros, como en el Málaga Kevin o en el Deportivo de la Coruña y Yeremay, que es un extremo como muy puro. Yo tengo que aprovechar que dentro de que hay veces que se ven más estos extremos o menos, porque es una posición como muy especial, debo aprovechar también eso y demostrar que puedo dárselo al equipo.
A pesar de la falta de la continuidad, es evidente que es un jugador querido por el aficionado, como se vio en el último partido.
El fútbol es muy caprichoso y más allá de que seas de la casa o no, aunque seguramente sea un plus, al final lo que marca es tu rendimiento. Yo creo que a lo largo de las temporadas mi rendimiento ha sido el que he podido dar en función de las circunstacias. Creo que en muchos momentos he sido importante, pero si algo te da energía es sentir todo ese cariño. Un jugador que ha pasado por todas las categorías, que es de aquí de toda la vida y que puede jugar en el equipo de su tierra, yo creo que no hay nada más especial y más bonito. A la gente le gusta ver buenos jugadores, que el equipo esté en lo más alto, pero si algo creo que no puede perder Osasuna es esa esencia que le dan los futbolistas de casa, pues como está siendo ahora el caso con Aimar, Jesús (Areso), Moncayola, que son seguramente los navarros más importantes ahora mismo. Cuantos más jugadores seamos capaces de sacar con ese nivel, sería todo fantástico y más bonito, claro.
Tiene contrato hasta 2026, llegó a Osasuna con ocho años y ahora tiene 27, ¿su intención es seguir aquí?
Yo creo que a cualquier jugador de aquí su mayor objetivo es seguir en donde está, disfrutar de lo que tenemos. El fútbol es muy caprichoso, es lo que hablamos, también al final el rendimiento es lo que marca que sigan queriendo que estés aquí, que quieran que juegues en el equipo. Si me preguntas por mi futuro, a mí me gustaría jugar aquí y poder renovar, pero es que el futuro nadie lo sabe.
"El torneo Interescolar desprende ilusión"
Tajonar lleva unos días con una super población de jóvenes jugadores felices que participan en el Interescolar. “Lo que desprende este torneo es muchísima ilusión, Muchísima inocencia, muchísima juventud que quiere jugar a fútbol y pasárselo bien y disfrutar sin mirar más allá, que creo que es lo que deben pensar con esa edad”, comenta Kike Barja. “Son torneos bonitos donde se juntan tantos niños que igual próximamente puedan estar en el primer equipo, ojalá. Es un torneo bonito para disfrutar en un entorno muy chulo y en donde se puede ver a jóvenes que empiezan a demostrar que tienen nivel y que pueden ir creciendo a lo largo de los años para llegar al primer equipo”.
Y suma recuerdos infantiles a sus reflexiones. “Yo jugué el torneo, Moncayola, creo que también Pablo Ibañez, Jorge Herrando. En general, los de aquí creo que lo hemos jugado casi todos y hacerlo crea una conexión muy chula. Cuando nos ven se nota mucha euforia y eso también te da como energía y te hace un poco pensar en lo bonito del fútbol”, rememora. “Que los niños te ven como ídolos o como referentes o que les gustaría estar donde estás tú, es algo que nos pasaba todos de pequeño. Yo también alucinaba cuando veía en mi pueblo a Miguel y Javier Flaño, que era vecino de ellos. Cuando yo llegué a Osasuna, ellos empezaban a jugar y yo me acuerdo que les miraba y sentía una admiración terrible, porque soñaba con estar donde estaban y tuve la suerte de poder jugar con ellos”.
Kike Barja concluye con un mensaje esperanzado. “Es muy bonito todo lo que se vive e igual el día de mañana estamos jugando con alguno de estos chicos que juegan este año el torneo”.