La RFEF fijó este pasado lunes una nueva y polémica fecha para el duelo aplazado entre Osasuna y Barcelona, el próximo jueves 27 de marzo. Una fecha que no agradó a ninguno de los dos clubes y que ambos han recurrido, ya que los rojillos visitan San Mamés el viernes 28 de marzo.

Además, ninguno de los dos equipos podría contar con algunos de sus internacionales, ni Raphinha (Brasil) ni Araujo (Uruguay) llegarían por el lado blaugrana, y por parte de Osasuna no lo haría Boyomo (Camerún).

Una de las salidas más complicadas

Aún así, y a falta de que se confirme o no una nueva fecha para el duelo ligero, el Barça podría ser el próximo rival de Osasuna en la competición doméstica. El cuadro de Vicente Moreno visitará al Barcelona con la necesidad de sumar rascar algo positivo de Montjuic y abandonar la negativa racha en la que se encuentra, con solo una victoria en los últimos 15 partidos.

Por si fuera poco, el conjunto navarro tendrá enfrente al líder de la competición, un Barcelona que depende de sí mismo para hacerse con la liga. Además, el duelo ante Osasuna es una bola extra para los de Flick, que podrían ponerse tres puntos por delante del Madrid si se hacen con la victoria ante los rojillos.

El duelo por el título ligero

A la vuelta del parón tanto el conjunto de Flick como el de Carlo Ancelotti tienen dos partidos ligueros seguidos en casa. El Barcelona, por su parte, recibirá a Girona y Betis, y el Real Madrid al Leganés y al Valencia, ambos inmersos en la pugna por la salvación. Por otro lado, el cuadro del argentino Diego Pablo Simeone rendirá visita al Espanyol, también tratando de huir del peligro del descenso, y al Sevilla.

Entre medias de ambas jornadas los tres equipos deberán disputar la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. El Barcelona visitará de nuevo el Metropolitano después del 4-4 registrado en Montjuic y el Real Madrid recibirá a la Real Sociedad con la ventaja del 0-1 conseguido en el Reale Arena.

Y después llegarán los cuartos de final de la Liga de Campeones para azulgranas, ante el Borussia Dortmund, y madridistas, ante el Arsenal. En el horizonte más lejano de la Liga emerge, en la trigésima quinta jornada, el clásico en Montjuic, que podría ser definitivo. El Barcelona llega a esta última etapa liguera, además, en mejor dinámica, con siete partidos seguidos ganados.

No cede puntos desde el empate a uno en el Coliseum en el Getafe. Desde entonces ha ganado a Valencia, Alavés, Sevilla, Rayo, Las Palmas, Real Sociedad y Atlético de Madrid. Prácticamente en ese mismo tramo el Real Madrid dilapidó la ventaja que llegó a tener con la derrota en el feudo del Espanyol y los empates ante Atlético de Madrid y Osasuna.

Luego ganó a Girona, Rayo y Villarreal, pero cayó en el Benito Villamarín ante el Betis. Incluso, si se repitieran los resultados de la primera vuelta, los datos favorecen al Barcelona, que, contando con el partido de Osasuna (sufrió la primera derrota de la campaña en El Sadar 4-2), sumó 23 puntos, por 22 el Real Madrid y 21 el Atlético de Madrid.

Por lo que, así las cosas, Osasuna tendrá en sus manos parte del devenir del título de liga, ya que, de hacerse con los tres puntos en su visita a Montjuic, podría apretar las cosas en la parte más alta de la tabla y hacer que todo pudiese acabar dependiendo de lo que suceda en el clásico de la trigésimo quinta jornada de liga.