La Comisión Europea (CE) ha confirmado este jueves que el vino y las bebidas espirituosas estarán entre los productos a los que Estados Unidos impondrá desde este viernes un arancel máximo del 15 %. Para la Rioja Alavesa, Estados Unidos es fundamental, ya que es el segundo mercado en volumen y el primero en valor.

"No esperamos que el vino y las bebidas espirituosas se incluyan como exención en el primer grupo anunciado mañana por EE. UU., por lo que este sector, al igual que todos los demás sectores económicos, se verá afectado por el límite máximo del 15 %", ha indicado el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, durante la rueda de prensa diaria de la CE.

El portavoz ha señalado que, por el momento, la Comisión continúa negociando con Estados Unidos porque "el objetivo es tener una exención para esos productos", que "entendemos que no van a estar en el primer tramo de exenciones mañana"

"La Comisión sigue decidida a lograr y garantizar el mayor número posible de exenciones, incluso para productos tradicionales de la UE como el vino y las bebidas espirituosas", ha dicho.

Ha añadido que están intentando "obtener un buen resultado en cuanto sea posible, como con otros sectores".

Acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE

La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, cerraron el pasado domingo en Escocia un acuerdo político para evitar una guerra comercial y la amenaza de imposición por parte de Washington de un arancel general a las importaciones comunitarias del 30 %.

El pacto fija un techo arancelario único del 15 % y "aranceles cero" en diversos productos, así como compras estratégicas europeas valoradas en 750.000 millones de dólares de gas, petróleo, energía nuclear o chips de inteligencia artificial; inversiones en la economía estadounidense de 600.000 millones de dólares, y un incremento de las adquisiciones de material militar de EE. UU.

Preguntado por cómo espera la CE que Estados Unidos empiece a aplicar el arancel del 15 % desde mañana, Gill precisó que "lo único que se acordó entre la UE y EE. UU. el pasado fin de semana fue que los aranceles estadounidenses entrarían en vigor el 1 de agosto".

"Así lo entendemos. Eso es lo que esperamos que suceda y, por lo demás, lo resolveremos paso a paso", ha subrayado y ha agregado que EE. UU. "ha asumido estos compromisos y ahora le toca ponerlos en práctica. La pelota está en su tejado para obtener exenciones adicionales. Las negociaciones continúan".

Gill ha explicado que los negociadores de la Comisión y EE. UU. "siguen trabajando para ultimar una declaración conjunta sobre la base del acuerdo alcanzado entre los presidentes Von der Leyen y Trump".

"Comunicaremos plazos más precisos cuando se conozcan en caso de que se necesite más tiempo para finalizar una declaración conjunta más allá del 1 de agosto", ha afirmado.

Bruselas está a la espera de la publicación de esa declaración conjunta para dar a conocer más detalles de cómo aplicará el acuerdo político.

El portavoz ha pedido esperar a mañana para saber, por ejemplo, cómo se pondrá en marcha el acuerdo para aplicar un "arancel cero" a una lista de "productos estratégicos".

Otro punto del acuerdo que queda por esclarecer es el mecanismo pactado para las importaciones europeas de acero, aluminio y cobre y que por el momento están sujetas a un arancel del 50 %.

La idea es que las importaciones de acero cubiertas por una cuota tengan el arancel de la nación más favorecida y que, superado ese nivel, se aplique un gravamen del 50 %, pero Gill no dijo esperar que ese "nuevo sistema de cuotas esté listo para mañana".

La Comisión Europea ha dicho que lo que se ha logrado por el momento es un acuerdo político que no es jurídicamente vinculante y que, más allá de adoptar las medidas inmediatas comprometidas, la UE y EE. UU. sigan "negociando, de acuerdo con sus procedimientos internos pertinentes, para aplicar plenamente el acuerdo político".

La UE tiene preparadas contramedidas para aplicar desde el 7 de agosto en caso de que no hubiera un acuerdo, que no ha retirado aún a la espera del comunicado conjunto con Estados Unidos. "Si todo procede como esperamos que proceda, por supuesto que suspenderemos los aranceles de represalia. Si hemos llegado a un acuerdo, no los necesitamos", ha concluido Gill.