Osasuna tiene el lunes en Leganés el primer encuentro de un mes –menos– definitivo para la clarificación de la temporada que tiene como único objetivo la consecución de una permanencia holgada. Los rojillos van a optar a doce puntos de los que, con un mediano rendimiento, obteniendo la mitad del botín por ejemplo, la salvación de la categoría debería estar solventada, casi finiquitada del todo, a la espera de lo que venga en mayo –los 40 puntos con cinco partidos por delante supondría un respaldo y un colchón de cierta tranquilidad–.

Si el osasunismo le compra el discurso a Vicente Moreno –el de la fragmentación de la competición con especial relevancia a los diez últimos compromisos, que es donde se resuelve todo– , Osasuna ya está metido en los encuentros definitivos y, es más, los cinco que quedarán en el mes de mayo deberían ser para rematar la faena y lanzarse hacia algún lugar más cierto en la clasificación. Lo que se avecina en un margen de menos de tres semanas tiene de lo suyo.

Abril, que en lo futbolístico para Osasuna comienza el lunes 7, se presenta con dos compromisos frente a rivales metidos de lleno en la pelea por huir del descenso –se visita a Leganés y Valladolid– y otros dos en El Sadar contra rivales quizás más directos, salvo cataclismo, metidos en las andanzas de la zona media, de la tierra de nadie –Girona y Sevilla–, con los que no hay ahora casi diferencia de puntos –34 puntos tiene ahora el conjunto catalán y 36 los andaluces– .

La Liga se comprime

Una cosa son los rivales y otro el marco temporal. La Liga se comprime por gracia de los calendarios disparatados y entre Valladolid y Sevilla hay cuatro días de margen para que el fin de semana siguiente quede libre porque se disputa la final de Copa. Es decir, en 17 días –entre el lunes con el Leganés y el partido con el Sevilla– deberían quedar muchas cosas aclaradas, dirigidas hacia un buen puerto. Poco amigo de incidir en las alineaciones salvo, casi, por causas de fuerza mayor, tampoco esta mínima acumulación de compromisos en menos de tres semanas se presenta como motivo suficiente para que sea tratado por Vicente Moreno como una intromisión severa en los esfuerzos de los futbolistas elegidos. Las alternancias van a ser minúsculas. 

De cualquier manera, si Osasuna es capaz de romper cualquiera de las rachas que le aprisionan y devoran, la de partidos sin ganar en casa o fuera, ya tiene cimentado parte del éxito en este mes de abril, que tiene solo diecisiete días.  "La Liga empieza cuando quedan diez partidos", decía Luis Aragonés. Toca.

LOS PARTIDOS

Las fechas de abril

Leganés-Osasuna Lunes 7 (21.00)

Osasuna-Girona Domingo 13 (14.00)

Valladolid-Osasuna Domingo 20 (14.00)

Osasuna-Sevilla Jueves 24 (19.00)

No hay partidos el último fin de semana