Osasuna-Huesca: de menos a más pese a la derrota

Osasunasigue afinando su preparación para llegar de la mejor manera al 19 de agosto al Bernabéu. De ninguna otra manera se puede analizar el encuentro entre los rojillos y el Huesca en Lerín. Los rojillos ofrecieron dos caras muy diferentes antes y después del descanso, aunque no pudieron remediar la derrota tras un error en la primera mitad y una buena contra en el segundo.

Liscino volvió a repetir fórmula y no sacó dos onces diferentes en ambas partes para ir rodando a todos sus jugadores, sino que los titulares disputaron también algunos minutos de la segunda (excepto el portero, que sí que cambió al descanso). La primera mitad el equipo salió con ideas claras, pero de ejecución difusa. Está claro y es reconocible lo que quiere implantar el técnico italiano en cuanto a salida de balón, pero habrá que seguir afinando para no perder balones en campo propio. En los primeros minutos, el partido transcurrió con poca chicha en las áreas. Ambos equipos se imponían con su presión al rival. En el minuto 26, un balón largo sin aparente peligro provocó una falta de comunicación entre Sergio e Iker Benito, quien acabó por introducir el balón en su portería. Ese gol espoleó algo a Osasuna, que en el último tramo intentó probar cosas diferentes.

Ambos extremos, tanto Víctor como Pedroarena demostraron su chispa para encarar a sus pares, aunque sus jugadas acabaron en nada por falta de remate. Un detalle importante a corregir por parte del canterano del Madrid es que cuando no le sale tiende a frenarse, ya le incidió Lisci en que no detuviese su esfuerzo por nada.

La acción de más peligro de Osasuna en esta primera mitad se produjo cuando ya asomaba el descanso. Moncayola, con la izquierda, mandó el balón muy cerca del palo derecho del exrojillo Juan Pérez.

Pero por lo general, el partido fue muy típico de pretemporada en la primera mitad. Imprecisiones y falta de ritmo típico de estas fechas del verano.

Cambio de ritmo tras el descanso

A la vuelta de los vestuarios, a Osasuna se le vio con otro aire. No se sabe si porque el rodaje se va notando o por la charla de Lisci, pero Osasuna salió más entonado, con otro ritmo, más activo. Un misil de Pedroarena tumbó a Pulido y otro de Moi a su compañero de zaga. A Víctor se le volvió a ver más activo y dejó muestras de lo importante que puede llegar a ser para el equipo tanto en zona ofensiva como a campo abierto.

Los cambios llegaron en el minuto 20 de la segunda mitad, cuando Lisci cambió a todos los jugadores de campo. Los suplentes en Lerín salieron igual de enérgicos que sus compañeros. Según entraron, Barja estrelló un balón al larguero desde fuera del área.

El domingo rojillo fue total, intercalando juego de posesión con ataques más verticales que acababan con peligrosos centros, como uno de Rubén García que acabó en un forzado remate de Barja, u otro del propio extremo de Noáin que casi convierte Raúl. Mientras Osasuna no atinaba, sobre la bocina del partido, Kortajarena anotó un golazo por la escuadra aprovechando una contra.

Sin poder sacar muchas conclusiones, la realidad es que se van viendo aspectos mejorados y otros a los que todavía tienen que hincar el diente el italiano y su staff, pero por lo menos al equipo se le vio una evolución, que es lo que toca en estos momentos.